Pese a que se han aprobado una serie de normas restrictivas en el acceso a Areoso, no todas las embarcaciones y visitantes las cumplen, lo que lleva a que la degradación a la que se expone Areoso sea todavía mayor. Por este motivo, en A Illa consideran que se debería aplicar un control similar a los que existen en otros parajes naturales de especial sensibilidad, como es el caso de los espacios incluidos en Illas Atlánticas o de la emblemática playa de As Catedrais, donde existe un número máximo de visitantes por día. La edil de Medio Ambiente, Gabrielle von Hundelhausen, espera que Medio Ambiente sea receptivo al "aplicar ese nivel de protección, que creemos que es necesario poner en marcha por el rápido deterioro que está sufriendo este espacio".

La edil también apunta que todos los veranos "tenemos muchos problemas con algunas embarcaciones que no respetan el boyado de protección, poniendo en riesgo tanto la riqueza natural de Areoso como los bancos marisqueros que explota la Cofradía de A Illa; a ello se suma que algunos turistas no respetan los vallados de protección de las dunas". Por eso, entiende que debe incrementarse la vigilancia durante el verano para sancionar de forma dura a todos los infractores. Von Hundelhausen espera reunirse con los responsables de Medio Ambiente para articular esas medidas que ayuden a paliar la erosión que sufre el islote.