La queja de una familia de Vilagarcía de Arousa que se vio desamparada cuando el centro de educación especial en el que recibía atención su hijo hasta los 21 años ha hecho reaccionar a la Valedora que consiguió que la Xunta buscase la fórmula para dar continuidad a estos usuarios dentro de la Ley de Dependencia.

En el informe relativo a 2016, la institución destacó "la dificultad de personas con discapacidad intelectual en el tránsito de la educación especial a la atención a la dependencia al cumplir la edad".

Entienden los técnicos de este departamento que en ese momento, estas personas "debería contar con una expectativa de cambio que garantizara la continuidad del servicio adecuado, sin períodos de desatención".

Subraya que gracias a la intervención de la institución "la Consellería cambió su posición y anunció que regularía la continuidad de las personas que finalizan el ciclo educativo en la misma entidad!

Este cambio, agregan los técnicos, "hace posible la continuidad por arraigo, como comprobamos en el caso de varios usuarios de un centro de Vilagarcía".

En definitiva, explica la oficina de la Valedora, "se posibilita la permanencia en los centros en los que recibieron el ciclo formativo mediante la incorporación de plazas del sistema de dependencia".

Expone a su vez que la Consellería "se comprometió también a mejorar la disposición de plazas para la continuidad de los usuarios de centros asociativos mediante conciertos sociales".

En el caso de Vilagarcía, el caso se destapó con la queja de unos padres que se veían abocados a suspender la asistencia de su hijo a un centro especial debido al elevado coste que suponía, muy superior a los ingresos de la familia.

El problema se pudo resolver al darse cuenta la Xunta de los perjuicios que se causaban a éste y otros usuarios, pues podrían quedar fuera del sistema de integración, al cual se habían adaptados tras muchos años de formación.