-Estos días se ha puesto de actualidad la supresión del segundo jefe de estudios en el Castro Alobre.

-Lo que están haciendo en el Castro Alobre, quitándoles el segundo jefe de estudios, es tremendo, una tomadura de pelo, porque estamos hablando de un centro con más de 700 alumnos.

-Y ahora han iniciado contactos con asociaciones de padres de Cambados o A Illa. ¿Por qué un ámbito comarcal cuando normalmente sus interlocutores son los ayuntamientos?

-No tanto, porque a nivel estructural las competencias que tienen los concellos son menores. Con quien hablamos más a menudo es con la delegación territorial de Educación. Iniciamos los contactos con Cambados y A Illa el curso pasado a raíz del "cheque-libro", que suponía una clara discriminación para los niños con necesidades especiales. Y nos gustaría mantener ese contacto. Y no solo porque no es lo mismo protestar, o aplaudir, cuatro personas que doscientas, sino también y casi sobre todo por la información, el asesoramiento y el apoyo que nos damos entre nosotros. La Coordinadora de Vilagarcía nunca se cerró a ningún centro público. Pero somos padres, con nuestros trabajos y unos niños que atender, así tampoco nos sobra el tiempo y en su día pensamos que legalmente podría hacérsenos grande una organización a nivel comarcal. Pero sí que nos vamos a plantear que colegios de otros municipios se sumen a nosotros si lo desean.

-En la Coordinadora tienen una opinión muy positiva de los profesores y directivos de los centros educativos.

-El engranaje de la educación pública en Vilagarcía está funcionando gracias a la buena voluntad y la profesionalidad de los docentes y los directivos, no por la administración de Educación. Si los profesores se marchasen para casa a las dos de la tarde esto se iría abajo.