María Dolores no puede más que resignarse a la situación que le ha tocado vivir. Su decepción con la clase política es absoluta. Tiene que ver como Tania no puede disfrutar de la atención médica que su enfermedad requiere por una mera cuestión económica. Le cuesta entender cómo no se prioriza en casos de familias con una persona dependiente. En sus palabras se descubre su desazón, "esos políticos que nos niegan la ayuda deberían saber lo que se sufre. Algunos se deben creer que cobramos lo que ellos ganan para pagar la barbaridad que nos piden para darle a Tania lo que necesita su enfermedad. Mi hija tiene un 81% de discapacidad y tiene que estar en casa porque no puede estar en un centro como Con Eles".

La reflexión de María Dolores alcanza incluso la tan controvertida ley del aborto."Esos que se niegan al aborto deberían recapacitar. Piden que no se aborte, ¿pero que pasa cuando un hijo dependiente supera los 21 años? A partir de ahí a nadie le importan ya las condiciones de vida de una persona joven como Tania".

La asociación Esperanza Salnés de Cambados ha dotado a Tania del único contacto con el exterior. Allí, durante una hora y media y solo dos días a la semana, entra en contacto con personas que no pertenecen a su familia. Se somete a sesiones con un logopeda y un pedagogo que le ayudan a sobrellevar su amargura y la de los suyos.

A la espera de que alguna administración tenga a bien el priorizar el gasto público para que casos como el de Tania se solucione, pasan los días de vida de personas que no dependen de sí mismos.