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Los pleitos de cláusula suelo tocan techo

-Tras un aluvión de 4.900 casos en 15 meses, abogados ven un "agotamiento" del fenómeno -El problema son los asuntos atascados en los juzgados: "Hay litigios de diciembre sin tramitar"

El juzgado ubicado en el Casco Vello, uno de los dos de Vigo que resuelve estos litigios. // Marta G. Brea

Las previsiones se cumplieron. La histórica sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictada a las puertas de las navidades de 2016, resolviendo que la banca debía devolver todo lo cobrado de más por la aplicación de las cláusulas suelo, auguraba una avalancha de pleitos. Así fue. Tal fue el volumen, que hubo que poner en marcha juzgados especializados. En Vigo, el creado en el Casco Vello registraba más de 2.900 demandas entre junio y diciembre del pasado año. Una cifra récord que obligó a habilitar otra sala para los litigios que entrasen a partir del 1 de enero de este 2018. Y a este tribunal tampoco le falta trabajo. Todo lo contrario. Desde que arrancó el ejercicio y hasta esta misma semana ya suma 1.975 causas. Pero transcurrido más de año y medio desde el fallo judicial de Luxemburgo, la pregunta es obligada. ¿Continuará el aluvión? ¿O el fenómeno ha tocado techo? Pues a juicio de abogados que llevan estos procedimientos, ya se detecta un cierto "agotamiento". Al menos en sus despachos. Durante meses tuvieron un sinfín de consultas y clientes. Ahora, lo que hay es un "goteo". "Algunos afectados siguen llegando, pero ya con supuestos muy concretos y excepcionales que incluso rechazamos por las escasas posibilidades de ganar el pleito", concretan en uno de estos bufetes.

Para hacerse una idea de la enorme carga de trabajo que soportan los dos juzgados vigueses que resuelven estos litigios bancarios solo hay que recurrir a los módulos de trabajo aconsejados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para un tribunal civil, la jurisdicción en la que se encuadran estas demandas. En un año no se deberían exceder los 884 casos. Pues el del Casco Vello, que bordeó los 3.000, triplicó esta cifra en solo siete meses. Por eso desde el 1 de enero ya solo se dedica a resolver estos asuntos. Que no es poca labor. Ya no recibe nuevos pleitos. En donde recaen los litigios de suelo hipotecario desde que empezó 2018 es en el Juzgado de Primera Instancia número 14. Y ya se aproxima a los 2.000. Es decir, duplica con creces lo recomendado para todo un ejercicio.

La cifra de demandas seguirá creciendo, sin duda. Pero a juicio de los abogados especializados, lo que vendrá ahora es un "goteo". Están convencidos que la avalancha ha tocado a su fin, igual que ocurrió en su día con las preferentes. "Este septiembre presenté tres demandas y quedé con otros afectados, pero ni mucho menos es lo del principio", valoran en uno de los despachos vigueses que más casos llevan de estas características. "Hay un bajón, pero creo que todavía hay clientes por venir", dice otro letrado. Un jurista más afirma que ya son muy escasos los hipotecados que le plantean litigar por la cláusula suelo. "Los que nos llegan vienen con cuestiones muy puntuales", dice, agregando que en su despacho han dicho que "no" a varias personas tras estudiar sus hipotecas. "No iban a prosperar en el juzgado; por ejemplo, el caso de un afectado que tenía un suelo del 2% porque había negociado con el banco, que inicialmente le había ofrecido un límite mayor; si hay esa negociación, no hay nulidad", explica. O otro cliente al que le había gestionado la hipoteca una empresa financiera.

A la espera de si se cumplen las previsiones de estos abogados en cuanto a que el fenómeno se debilita judicialmente, en lo que inciden sin excepción todos ellos es en el gran volumen de las demandas ya presentadas que están atascadas en los juzgados. Y es que al aluvión de asuntos que entraron en las dos salas en un corto período de tiempo se unió la huelga de funcionarios, que paralizó la actividad durante tres meses. "Tengo demandas presentadas en diciembre de 2017 que aún no fueron tramitadas, que ni siquiera nos han dado el número de procedimiento ni nos han requerido para el poder apud acta", ejemplifica un letrado. Otro cuenta que sufre también esta parálisis con litigios formalizados en febrero o marzo, los meses del paro judicial. Y es que no son pocos los juristas que, frente a nuevos clientes, lo que están recibiendo son llamadas de los que ya tienen sus demandas en los tribunales. Y la pregunta de todos es la misma: "¿Qué pasa con mi caso?"

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