Santa Luzia, un regalo para la vista

National Geographic destacó este mirador próximo a Galicia como uno de los más bellos del mundo

Esconde los rosetones más grandes de la Península Ibérica y el funicular más largo de Portugal

Alberto Blanco

Alberto Blanco

Hacia un costado, las olas del océano Atlántico rompiendo contra la costa. Hacia el otro, el precioso valle del río Lima antes de morir en el mar. De frente, una de las ciudades más emblemáticas del norte de Portugal. Y, a la espalda, coronando y reinando la montaña a casi 200 metros de altitud, un enorme templo de inspiración románico-bizantina levantado sobre uno de los miradores más impresionantes del país vecino y visible a kilómetros de distancia. Se trata de uno de los más bellos del mundo según la revista National Geographic.

Donde Galicia y Portugal se besan se puede disfrutar de varios balcones espectaculares hacia la muerte del Miño. Pero solo 60 kilómetros al sur, a menos de una hora de la frontera, la protectora de los ojos, Santa Lucía, regala lo que protege: una vista única.

Pero antes alcanzar la cima en la que reina el templo religioso que puede recordar al Sacré-Coeur de Montmartre (París) los visitantes pueden disfrutar de una expeciencia única en Portugal. Subir andando o en coche es una opción. Pero lo ideal (incluso obligatorio) es hacer sobre un medio de transporte con 100 años de historia. Se trata del Elevador de Santa Luzia. Aunque los funiculares de Lisboa se llevan la fama, el de Viana do Castelo no solo presume de ser uno de los más emblemáticos del país vecino, sino también el más largo: 650 metros (puedes viajar en él a través de la galería bajo estas líneas).

Tras los siete minutos de ascensión (si se opta por el funicular) los visitantes alcanzarán el techo de Viana do Castelo. Les recibirá un enorme mirador presidido por el templo dedicado a Santa Lucía y al Sagrado Corazón de Jesús. Al igual que subirse al elevador, entrar es también una obligación: sus espectaculares y coloridos rosetones son solo uno de los muchos atractivos del templo. Se trata de los más grandes de la Península Ibérica y los segundos de mayor tamaño de Europa.

La basílica presume de los rosetones más grandes de la Península Ibérica

Su construcción comenzó en el año 1904 y se alargó hasta 1959. Es obra el arquitecto Miguel Ventura Terra que, tras su muerte, fue sucedido por su discípulo Miguel Nogueira. En este enlace puedes conocer su historia con mayor profundidad.

Interior del tempo dedicado a Santa Lucía y al Sagrado Corazón de Jesús.

Interior del tempo dedicado a Santa Lucía y al Sagrado Corazón de Jesús. / Shutterstock

Pero el viaje hacia la cima no tiene por qué terminar en el mirador. Las personas que no tengan vértigo podrán llegar incluso a los 250 metros de altitud. A través de un ascensor o por una empinada escalera con casi 200 peldaños se puede subir hasta el cimborrio del santuario.

Además de las espectaculares vistas, los alrededores del templo ofrecen también al visitante multitud de opciones y atractivos. Rodeando la basílica de Santa Luzía se puede pasear por los jardines en incluso llegar un castro de la Edad de Hierro ubicado en la zona más alta de la montaña: la Ciudade Velha de Santa Luzia.