La acogida les ha devuelto una sonrisa perdida. Nada más llegar a Valencia hubo quien dejó el miedo al otro lado del mar. Por ejemplo, en una cárcel de Libia donde fue torturado sin comida ni agua.
La acogida les ha devuelto una sonrisa perdida. Nada más llegar a Valencia hubo quien dejó el miedo al otro lado del mar. Por ejemplo, en una cárcel de Libia donde fue torturado sin comida ni agua.