Mientras la Alcaldía de Cangas emite un bando advirtiendo a los vecinos de su obligación de conectarse a la red de saneamiento, por motivos sanitarios, de protección del medio ambiente y de la calidad del agua de las rías, el Concello incumple flagrantemente su propia normativa, al tener conectados los desagües de fecales de la plaza de abastos a la red de pluviales que desemboca directamente en la playa de O Señal. Los vertidos residuales se producen desde hace años, tantos como lleva el vecindario y el sector del mar, además de distintos grupos políticos, protestando por la situación y exigiendo soluciones, incluso con pintadas a pie del arenal advirtiendo de “marisco contaminado”. Sin embargo, los responsables municipales nunca han concretado, o al menos no han hecho público, el origen de un problema del que también ha alertado –y propuesto sanciones económicas de 1.000 euros- Augas de Galicia y sobre el que se han realizado inspecciones recientes que lo confirman.