Tamara Falcó acaba de cumplir 42 años y, como confiesa, está en el momento más dulce de su vida. El balance de su matrimonio con Íñigo Onieva es inmejorable 5 meses después de su boda, los proyectos profesionales se le acumulan y todo lo que toca se convierte en oro, su nuevo ático -al que se han mudado hace pocos días- es un sueño cumplido y sus planes de maternidad siguen adelante; aunque, como asegura, sin ningún tipo de presión, porque la etapa que está viviendo es tan maravillosa que no le puede pedir más a la vida.