Entrevista | Verónica Bolón Investigadora en Inteligencia Artificial y profesora de la Universidade da Coruña

“La Inteligencia Artificial ya ha conquistado campos humanos”

“Me gustaría que en el futuro los programas informáticos viniesen con una etiqueta energética, como los electrodomésticos”

Verónica Bolón.

Verónica Bolón. / Irma Collín

M. J. Iglesias

Verónica Bolón (Carballo, 1984), profesora de la Facultad de Informática de la Universidade da Coruña y académica de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España, es ingeniera informática, con diploma en Estudios Avanzados y doctora en Computación, con premio extraordinario de doctorado. Su investigación se centra en métodos de aprendizaje de máquinas dentro del campo de la Inteligencia Artificial (IA).

La Inteligencia Artificial es el tema de moda. ¿A que nos enfrentamos, exactamente?

La Inteligencia Artificial nace a mediados del siglo pasado, pero se ha puesto ahora de moda por sus avances espectaculares. La utilizamos constantemente. Desde que nos levantamos y desbloqueamos nuestro smartphone con nuestra cara o huella dactilar, hasta que abrimos Netflix y nos recomienda una serie que nos gustaría ver.

¿Por qué despierta tantas reticencias?

Porque es algo nuevo, y normalmente las cosas que no controlamos nos dan miedo. Además, como sucede con la mayoría de avances, las leyes van un poco por detrás. Ahora hay avances en IA sin regulación que controle los aspectos éticos. No tenemos garantías de que se esté respetando la privacidad de los datos, o de que los sistemas de Inteligencia Artificial no sean discriminatorios. También despierta tantas reticencias porque muchos trabajos se ven amenazados. En otras revoluciones industriales, los trabajos que desaparecían eran los más manuales. Ahora, vemos que corren peligro trabajos más especializados y cualificados.

¿En qué mejorará la vida de las personas el uso de la Inteligencia Artificial?

La IA tiene el potencial de ayudar a las personas, siempre que se utilice con los fines adecuados. Será muy útil en la medicina personalizada, tanto en prevención como en un tratamiento más individualizado. También ha ayudado en el desarrollo de fármacos y vacunas. La gran revolución que estamos viviendo de grandes modelos de lenguaje como ChatGPT también puede ser útil en nuestra productividad, siempre que lo utilicemos bien. Puede ayudarnos a preparar una presentación, a pulir un texto, a analizar datos, a traducir… Y la IA también puede colaborar a resolver problemas derivados del cambio climático.

¿Estamos ante un nuevo modo de ser humanos, de ejercer como tales?

Sí, desde luego. Es difícil escapar del uso de la IA en nuestra vida cotidiana, por lo que seguramente lo mejor sea aprender a usarla y que nos ayude en nuestras vidas. Y cada vez cobrarán más importancia los rasgos humanos que nos puedan diferenciar de la IA, aunque cada vez sean menos. La Inteligencia Artificial ya ha logrado conquistar, con menor o mayor éxito, características que hasta hace poco parecían exclusivas de las personas. Ya en 2017 un sistema inteligente llamado Libratus fue capaz de ganar al póker a campeones humanos, aprendiendo que había que mentir e irse de farol, sin que nadie se lo hubiese dicho. Con los últimos lanzamientos, como Dall-e y Midjourney, parece que se empieza a explorar la creatividad de la IA, aunque aquí hay un debate moral importante. Hay quien argumenta que la Inteligencia Artificial no es creativa porque aprende de muchos datos, los copia y los mezcla. Pero también está el argumento de que las personas, en cierto modo, hacemos lo mismo durante nuestra vida. El debate está servido.

Investiga sobre la IA verde...¿En qué consiste?

Investigo sobre la Inteligencia Artificial verde o sostenible; es decir, conseguir que los algoritmos de IA hagan un consumo más responsable de los recursos energéticos. Aunque la IA puede ser un agente solucionador para problemas relacionados con el cambio climático, también es parte del problema. Como ejemplo, un estudio de investigadores daneses afirmaba que una sola sesión de entrenamiento de GPT3 (primer modelo en el que estaba basado ChatGPT) consumía la energía equivalente a 126 hogares daneses en un año. Hay un consumo enorme de energía detrás de los grandes modelos de IA, con un impacto sustancial en la emisión de CO2 a la atmósfera. En el campo de los algoritmos verdes, lo que hacemos es intentar producir resultados que sigan siendo novedosos, pero de una forma más eficiente, y teniendo siempre en cuanta el coste energético. Me gustaría que en el futuro los programas informáticos viniesen con una etiqueta energética, como los electrodomésticos, para que la gente fuese consciente del consumo que hay detrás y el impacto en el medio ambiente.

¿Por qué decidió dedicarse a este campo?

En 2019, leí un artículo que decía que entrenar un modelo de lenguaje muy utilizado en ese momento emitía el CO2 equivalente a cinco coches en su vida útil. Ese dato me impactó y decidí especializarme en ese nicho de investigación, que además era un campo nuevo. Algo que me gusta mucho de este campo es que hace la investigación más inclusiva. Al crear nuevos algoritmos que necesiten menos recursos computacionales y energéticos, esto hace que cualquier investigador con un portátil normal pueda hacerlo, sin la necesidad de contar con acceso a grandes centros de datos o máquinas ultra potentes que solo las grandes empresas y universidades pueden permitirse.

¿Qué es lo más sorprendente que nos queda por ver?

Algo de lo que se habla bastante últimamente y que las grandes empresas tecnológicas están intentando conseguir es la Inteligencia Artificial general. Lo que tenemos ahora es Inteligencia Artificial estrecha. Esto son sistemas de Inteligencia Artificial que resuelven muy bien una tarea compleja, incluso mejor que un humano, pero que no es capaz de cambiar a otro campo. Ejemplo de ello sería el famoso Deep Blue, que fue capaz de ganar al campeón del mundo de ajedrez, pero que no sabría jugar, por ejemplo, a las damas. La Inteligencia Artificial general sería algo más parecido a la inteligencia que tenemos los humanos, que somos capaces de realizar múltiples tareas a la vez. Creo que esa será la próxima gran revolución, aunque también creo que tendremos que esperar bastantes años para verla.

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