Esas emisiones, consideradas como la causa principal del calentamiento del planeta, alcanzaron en el 2006 un total de 560,6 millones de toneladas, 6,4 millones más que el año anterior.

El nuevo incremento significa que están en su nivel más alto desde que los laboristas llegaron al poder hace diez años, y superan las cifras de 1997 en cerca de un 3 por ciento, critica hoy el diario "The Independent".

La publicación de esas cifras ha hecho que los defensores del medio ambiente y los políticos de la oposición pongan en duda el compromiso del Primer Ministro, Tony Blair, de reducir las emisiones de CO2 en un 30 por ciento para el año 2020 y en un 60 por ciento para mediados de siglo.

Hace dos semanas, el Gobierno lanzó a bombo y platillos un proyecto de ley sobre el cambio climático en el que se comprometía a hacer legalmente vinculantes futuros objetivos de reducción de ese tipo de emisiones de efecto de invernadero.

Los grupos ecologistas como "Greenpeace" o "Amigos de la Tierra" critican que la retórica del Gobierno laborista sobre las medidas globales necesarias para atajar el efecto invernadero no vaya acompañada de acciones concretas, pues, como indican las últimas cifras, el Reino Unido se mueve, pero en la dirección opuesta a la deseada.

"El 2006 fue un año de manipulación del Gobierno en materia ecológica, pero las cifras no mienten", denunció Charlie Kronick, de Greenpeace.

El ministro del Medio Ambiente, David Miliband, atribuyó, sin embargo, el incremento de las emisiones, el año pasado, principalmente al hecho de que el carbón hubiese sustituido en parte al gas natural para la generación de energía debido a los altos precios internacionales de este último.