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Uno de cada cinco españoles cree que la hepatitis C se contagia por la tos o un beso

La mitad de la población desconoce las vías de transmisión y no sabe que ya tiene cura

¿Qué sabes de la hepatitis C?

La mitad de la población desconoce las vías de transmisión de la hepatitis C y al menos un 20% cree que puede contraerse a través de la tos, un estornudo o un beso. Estos son algunos de los datos del informe "Percepción social de la hepatitis C en España", promovido por Fundación "Más que ideas" y la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH) que presentaron ayer los presidentes de ambas instituciones, junto con el Departamento de Análisis Social de la Universidad Carlos III de Madrid. Se trata de dos grandes obstáculos en el ámbito preventivo. El primero, el desconocimiento de las vías de transmisión ya que uno de cada siete encuestados no cree que se transmita a través de las mucosas corporales y un 25% no sabe que se contagia a través de la sangre -el mismo porcentaje señala erróneamente la saliva como vía de transmisión-.

Una de las conclusiones del análisis es que existe un desconocimiento de la hepatitis C, sus posibles repercusiones, vías de transmisión y formas de diagnóstico que contribuye a una deficitaria y preocupante concienciación social en materia de hábitos preventivos y estigmatización social asociada a esta enfermedad. Esto, unido al carácter asintomático de la patología, se traduce en un incremento del riesgo de transmisión, una detección precoz más complicada, un horizonte de erradicación de la patología, cuando menos, difícil, y un contexto estigmatizador que afecta a a calidad de vida de los pacientes. La herramienta más eficaz para sortear estos obstáculos es la información.

Consultado sobre esta problemática, el doctor de la Unidad de Patología Infecciosa de la EOXI de Vigo, Luis Morano, y presidente del Grupo de Estudio de las Hepatitis Víricas (GEHEP) considera "impactante" la estigmatización del colectivo que manifiesta este estudio realizado entre 1.500 personas. También, recuerda que "la vía de transmisión fundamental es la sangre de una persona infectada que entra en contacto con la sangre o una mucosa de una persona no infectada". En ese sentido, compartir material para esnifar drogas como la cocaína -y que puede hacer pequeñas erosiones en las mucosas nasales- puede ser una vía de contagio. Morano destaca que un 25% de encuestados reconocen que no usan de forma habitual el preservativo en sus relaciones, con el consiguiente riesgo que implica.

La presidenta de FNETH Eva Pérez ha reclamado "campañas explicativas que hagan hincapié en los aspectos preventivos y trasladen con claridad las vías de contagio de la patología" y la "eliminación de todo atisbo de estigmatización o discriminación, realizando para ello esfuerzos explicativos sobre cómo se transmite la enfermedad", y haciendo también un llamamiento a la generosidad de los ciudadanos para la donación de órganos.

Y es que, a pesar de ser una enfermedad con cierta visibilidad entre la población, una tercera parte de la misma no ha oído hablar de la hepatitis C, una de cada cinco personas no sabe que el hígado es el principal órgano afectado, y un 30% y un 40% no asocia la patología con la cirrosis y el cáncer de hígado, respectivamente, pese a que son sus complicaciones más frecuentes y las principales causas de muerte en personas con esta enfermedad. Más aún: el porcentaje de personas que no sabe o no cree que sea posible curar la hepatitis C supera el 40%, a pesar de los resultados esperanzadores de los últimos avances terapéuticos en términos de curación.

La falta de información sobre esta patología afecta también a su prevención, ya que sólo una de cada cinco personas sabe que no existe vacuna, y la mitad desconoce que tener o haber tenido los tipos A o B de la enfermedad no protege de la hepatitis C. Este deficitario grado de conocimiento influye en una escasa percepción de riesgo, que sólo tiene un 22%, pese al elevado grado de conciencia sobre la autorresponsabilidad en salud.

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Un 20% de consultados no contrataría ni viviría con un afectado

  • El informe también confirma el estigma asociado al virus de la hepatitis C: actitudes sociales que inducen a responsabilizar al paciente por contraer la enfermedad. Uno de cada cinco encuestados no contrataría, o lo intentaría evitar, a una persona con hepatitis C; siendo este el mismo porcentaje que no conviviría con una persona con esta enfermedad, o intentaría evitarlo. Según la investigación, las personas que más estigmatizan son mayores de 55 años y tienen estudios primarios. Frente a ellos, quien mejor conoce la enfermedad tiene entre 30 y 60 años y estudios superiores. El presidente de "Más que ideas", Diego Villalón, aseguró que "es necesario que las autoridades sanitarias, la comunidad científica y la sociedad civil nos unamos para promover iniciativas educativas y de concienciación que transmitan la realidad de esta enfermedad".

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