Existe una lista anual que hace sacar los colores de algunos famosos, la de los morosos de la Agencia Tributaria que superan el millón de euros. Esa lista y lo que representa ha sido (y es todavía) un quebradero de cabeza para Miguel Bosé (65 años), que según Vanitatis ha tenido que hipotecar la joya de su corona inmobiliaria en España, la casa familiar de Somosaguas, para hacer frente a sus problemas con el fisco español.

En 2018, el artista apareció en la famosa lista como un moroso que debía 1.869.000 euros. Al año siguiente salió de la lista. Y tampoco apareció en la edición de 2021, y eso que Hacienda bajó el listón de los supermorosos de un millón a 600.000 euros. Pero Bosé, por lo visto, mantiene cuentas pendientes con el fisco. De hecho, le condenaron a una multa por desgravarse a través de una de sus empresas, Costaguana, gastos como la compra de jamones o el entrenador personal. La compañía Costaguana gestiona sus actuaciones en España –ninguna desde hace varios años– con un activo de ocho millones de euros, pero que, a su vez, tiene pérdidas económicas y ha sido sometida a varias inspecciones fiscales.

Drástica decisión

Para solventar sus deudas con Hacienda, Miguel Bosé se habría visto obligado a tomar la drástica decisión de hipotecar su casa. Una casa donde vivió con sus padres, el torero Luis Miguel Dominguín y la actriz italiana Lucía Bosé, y cuya construcción data de 1966, aunque ha sido remodelada. La mansión tiene 1.000 metros cuadrados construidos y 10.000 exteriores, un gallinero y unos ventanales gigantes que dejan entrar luz natural. Hecha de hormigón y con un aspecto frío, hay quien lo define como un búnker. En esa casa tiene Miguel hasta un estudio de grabación.

El cantante ha utilizado esta vivienda, valorada en seis millones, como garantía y lo ha hecho con una hipoteca “unilateral” a favor de la Agencia Tributaria, cuya propuesta fue aceptada el año pasado. Esta medida suelen llevarla a cabo aquellos que no tienen suficiente liquidez, pero sí propiedades, para responder ante el fisco.

Para el artista el inmueble es especial por los recuerdos familiares que guarda entre sus muros. La propiedad fue completamente reformada en 2010. El objetivo era que fuera práctica y aquí recibía Bosé a sus amigos.

El cantante vive desde hace tiempo en México D.F. tras unos años en Panamá (donde por cierto nació). Lleva una vida tranquila con dos de sus hijos y sus mascotas. Suele ser en verano cuando vuelve a Somosaguas con sus pequeños, una casa que, por cierto, no está deshabitada, sino ocupada el resto del año por su personal de servicio. Hace un tiempo la propiedad estuvo por cierto en venta y uno de los que se interesó por el inmueble fue Jorge Javier Vázquez.

Bosé ha estado en boca de todos y no precisamente por sus actuaciones sino por su postura en contra de las vacunas y sus declaraciones que incluso hicieron que le vetaran en las redes sociales.

El cantante estuvo recientemente en España promocionando también su biografía, El hijo del Capitán Trueno, donde describe la complicada relación que tuvo con su padre, el torero Luis Miguel Dominguín, y cuenta cómo fue su infancia y adolescencia hasta que apareció por primera vez cantando en televisión.

Fuera de la música y de aquel pelotazo de Papito hace años, no ha tenido mucho éxito con sus inversiones fuera de la industria musical. Entre los negocios en los que invirtió destaca las bodegas Casalobos, que llegó a tener una producción importante, y también invirtió en la producción de jamón ibérico. En 2011, sus productos consiguieron la Espiga de Oro al mejor jamón certificado por la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura. También estaba detrás de un complejo de turismo rural en Extremadura, Rocamadour, con otros socios famosos, pero que tuvo que cerrar.

Recientemente se ha anunciado la grabación de un biopic sobre su vida. Y en breve presentará su libro en italiano de la mano de Rizzoli. Asunto aparte es la disputa legal que mantiene con su expareja, el valenciano Nacho Palau, por la custodia de sus hijos. Un tema sin resolver.