Una crítica al colonialismo y las cebras

A una hora de Londres se encuentra el Tring Park, de 133 hectáreas. A finales del siglo XIX, un niño soñó con crear allí un zoo. Se llamaba Walter Rothschild. Su padre, muy adinerado, le cumplió el deseo y hoy su legado es el Museo de Historia Natural de Tring.

Aún se conservan fotos de cebras que trajo y que fueron amaestradas para tirar de carruajes en Londres. Este es el punto de partida de la colección del diseñador Sergio Villasante en el Allianz EGO, la pasarela de diseñadores emergentes que se celebró ayer en Madrid con la presencia también del vigués Rubearth.

Si este miró hacia la II Guerra Mundial, Sergio Villasante –formado en la escuela Mestre Mateo y la Esdemga de Pontevedra– se fijó en la época victoriana, las cebras de Rothschild y el colonialismo. Su proyecto se denomina “Zebras in London, why not?”.

“A día de hoy –opina el creador gallego– el colonialismo sigue afectando a la mayoría de los países y regiones que fueron colonizadas, parte de su patrimonio sigue en museos tras ser extraída de su origen sin ningún miramiento. Es un robo cultural. A nivel artístico y cultural, las consecuencias económicas y políticas todavía las sufren la mayoría de ellos”.

“Mis materiales quizás no sirven para producción en masa, pero yo sí puedo utilizarlos y dar valor”

Sergio Villasante

Pero, ¿cómo plasmar esta reflexión en ropa del siglo XXI? En primer lugar, los estilismos van dirigidos al hombre, para el que propone blusas de seda, punto de mohair, chalecos de lentejuelas, algodones con diferentes estampados realizados por él.

“Algunos de los estampados han sido creados de forma digital y otros, a mano simplemente con cinta de carrocero y pintura textil”, detalla.

El proyecto además se sustenta en el reciclaje de materia prima sobrante de fábricas o de tejidos con alguna tara. “Para producción en masa quizás no sirven, pero yo sí puedo utilizarlos y dar valor”, explica a FARO.

En cuanto a cuál es la moda que imagina para el hombre contemporáneo, Villasante es categórico: “Sin prejuicios y sin miedos”.