El Real Club Náutico de A Coruña lució ayer sus mejores galas para acoger la cena-cóctel de la boda de Marta Ortega y Carlos Torretta con la que obsequiaron a sus invitados tras una ceremonia íntima en el domicilio familiar de O Parrote a la que solo asistieron los más allegados.

El edificio de la dársena coruñesa vivió en las últimas semanas una pequeña transformación para albergar esta cita nupcial. Desde un cambio de moqueta hasta habilitar la terraza para la celebración o adaptar la decoración de las instalaciones a los gustos de los novios. Al igual que en el exterior del Náutico, donde pequeñas velas y farolillos daban la bienvenida a los invitados y marcaban el camino a seguir desde Palexco hasta la puerta del edificio, la luz a base de velas protagonizaba gran parte de las estancias que se encontraban los invitados nada más entrar.Una decoración en tonos suaves, con gran presencia de plantas y ornamentación adaptada a los gustos de la pareja, que dejó en manos de Thierry Boutemy la decoración floral de la celebración.

Un menú gallego para los invitados

Los casi 400 invitados de Marta y Carlos disfrutaron ayer de una cena que, al igual que en el almuerzo, tuvo sello gallego. El menú corrió a cargo del cocinero gallego Javier Olleros, del restaurante grovense Culler de Pau, y Ricardo Sanz, de Kabuki. Entre las propuestas que presentaron destaca el protagonismo de los vinos blancos de Galicia.

Tampoco faltó el toque gallego en el almuerzo que el medio centenar de asistentes a la ceremonia -familiares y amigos más cercanos de la pareja- degustaron en la casa de O Parrote. Un equipo liderado por el chef pontevedrés Pepe Solla -con una estrella Michelin en su restaurante Casa Solla, en Poio-, fue el encargado de elaborar un menú con fuerte presencia de productos de la comunidad con los que suele trabajar este cocinero.

La heredera de Inditex y el hijo del diseñador Roberto Torretta finalizarán este sábado los festejos de su boda con una cena de gala en el recinto hípico de Casas Novas, en Arteixo.