Todo ocurrió esta semana en aguas asturianas. Ramón istillarty, un pescador de Navia faenaba en aguas cercanas a la costa -a 45 kilómetros de Galicia- cuando en sus redes caía un ejemplar de unas dimensiones desconocidas hasta ahora: un rape de 45 kilos.

La imagen, que ya circula a la velocidad de la pólvora por redes sociales, no ha dejado indirente a nadie. De hecho, su llegada a Puerto de Vega ha causado una gran impresión y sorpresa. Se desconoce por ahora cuál será el destino del pescado, al que se le ha perdido la pista después de que se subastase en la rula de Avilés.

Animales 'sobrenaturales' bajo el mar

El caso del rape capturado en la costa de Asturias se suma así a la lista de 'animales sobrenaturales' que esconde el mar. En Galicia, pescadores y marineros lo saben bien. No es la primera vez que se captura un ejemplar, sea cual sea la especie, cuyas dimensiones llama la atención de propios y extraños.

El caso más reciente que se recuerda en Pontevedra es el del centollo de 6 kilos atrapado en Oia. Hasta ocho comensales se dieron un festín con el crustáceo en el restaurante Porto dos Barcos de Viladesuso después de pagar 145 euros. Lo capturó un barco de A Guarda, el Virgen del Carmen, y un vivero lo adquirió en la lonja del Berbés.

Otro de los animales que sorprendió por sus dimensiones, fue la lubina de ocho kilos y 93 centímetros que el vigués Iván Nogueira atrapaba en Monteferro. Hasta 20 personas disfrutaron del ejemplar en un banquete celebrado después de la cacería. Pese a su envergadura, el robalo apenas opuso resistencia. "Tuve suerte y ayuda de la corriente, que lo trajo hacia mí. El tiro con el arpón fue difícil porque la pieza esta muy cerca. Lo primero que pensé cuando le di fue que, si tiraba mucho, se rompería. Así que lo abracé y no lo solté más", explicaba.

En 2017, el porriñés Samuel Pérez, buceaba en Cabo Silleiro cuando se encontró un congrio cuyas dimensiones asustan: 31 kilos y casi dos metros de largo. "Lo localicé en una bajada metido en un agujero; le metí un primer disparon con el fusil que tenía en ese momento, que tiene unos cinco metros de sedal, y después subí hasta la superficie para probar con otro fusil que tiene mayor longitud de sedal. Con ese último intento ya conseguí capturarlo".

Ese mismo año, el joven vigués Iago Alonso Falque se llevó una grata sorpresa y un buen susto. La sorpresa se la dio la raya torpedo que capturó en aguas de Alcabre mientras practicaba pesca submarina. Pesó casi cinco kilos y el susto se lo proporcionaron las tres descargas eléctricas que recibió de la raya emitidas, eso sí, en su legítima defensa.

La lista de capturas crece cuanto más se bucea en la hemeroteca. En 2013, José Luis Cantos capturaba en aguas de la comarca de O Morrazo un pulpo de más de nueve kilos de peso. La pieza fue pescada en una inmersión de buceo en apnea a una profundidad de 6 o 7 metros y cogida con arpón, cuando el cefalópodo se refugiaba en una cueva submarina, según relato el buceador tras subirlo a la superficie.