Había capturado ejemplares de cuatro y hasta seis kilos, pero jamás "uno tan enorme". El joven vigués Iván Nogueira cerró su jornada de pesca submarina este domingo en Monteferro con un imponente trofeo y una sonrisa de oreja a oreja. Se llevó a casa una lubina de ocho kilos de peso y 93 centímetros de talla. Nada menos.

Pese a su envergadura, el robalo apenas opuso resistencia. "Tuve suerte y ayuda de la corriente, que lo trajo hacia mí. El tiro con el arpón fue difícil porque la pieza esta muy cerca. Lo primero que pensé cuando le di fue que, si tiraba mucho, se rompería. Así que lo abracé y no lo solté más", explicaba ayer pletórico este amante del submarinismo que aprovechó la Semana Santa para realizar casi un maratón. "Buceé durante 18 horas en cuatro días por el sur de las Rías Baixas, desde Vigo hasta Cabo Silleiro", señala.

Tras disfrutar a tope de los fondos marinos la zona, nada mejor que darse un banquete. El pescado ya se encuentra a buen recaudo en la nevera de su padre, a quien ha regalado la pieza que, en los próximos días, sentará a la mesa a una veintena de personas, a las que los anfitriones calculan servir otras tantas"generosas" raciones.

Aparte del placer de la degustación gastronómica, para un amante de la pesca submarina como Iván "no hay mayor honor" que practicar este deporte "tan noble, selectivo y relajante". Por eso anima a todo el mundo a probarlo porque "sientes que formas parte de la naturaleza" y a disfrutar de las rías gallegas, "que son un auténtico espectáculo".