Tres métodos infalibles para terminar con las manchas que aparecen en el inodoro

Limpiar el baño es una de las tareas del hogar más engorrosas. Eliminar los pelos, dejar la ducha como los chorros del oro o eliminar las manchas del inodoro son algunas de las tareas a poner en práctica pero que más pereza nos dan. Sobre todo cuando las manchas han aparecido y deshacerse de ellas se ha tornado complicado.

En el caso del inodoro es bastante habitual que se forme una especie de costra marrón a causa de la acumulación de minerales disueltos del agua. Suelen aparecen en las casas de municipios donde el agua es muy dura, ya que tiene mucha cal y sedimentos.

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Debido al uso repetitivo del inodoro, la capa se va haciendo cada vez más gruesa. Lo que ocurre es que al ser el váter de color blanco no nos damos cuenta de su aparición hasta que es demasiado tarde y la capa se torna marrón. Si eso está ocurriendo en tu baño, quizá ya hayas comprobado que ni usando productos de limpieza específicos ni rascando con la escobilla desaparece. Pero no te preocupes porque existen varios métodos para que logres eliminarlas de una vez por todas.

El primero de ellos consiste en emplear vinagre y bicarbonato, dos de los productos de limpieza que nunca deben faltar en cualquier casa. Hecha una buena cantidad de vinagre sobre las manchas, espolvorea el bicarbonato encima y vuelve a rociar de vinagre la zona afectada. Déjalo actuar entre 10 y 15 minutos y después frota la superficie con un cepillo de dientes viejo o la escobilla del váter. Déjalo reposar 30 minutos sin enjuagar y vuelve a frotarlo de nuevo. Por último, tira de la cadena y verás como ese color marrón se habrá desvanecido. Si las manchas no desaparecen, repite la operación.

El segundo emplea ácido cítrico en polvo. Si tu váter hace la descarga en una fosa séptica evita ponerlo en práctica. Enjuaga las manchas, rocíalas con agua y echa este producto sobre ellas cubriendo toda el área de la mancha. Déjalo actuar toda la noche y, al día siguiente, frótalo con una escobilla o un cepillo viejo y tiras de la cadena.

Otra opción es utilizar una piedra pómez. Se tiene que usar con máximo cuidado porque si aprietas muy fuerte puedes dañar el esmalte de la taza de porcelana. En todo momento y mientras frotas, la superficie debe estar mojada para que salgan las manchas. Al acabar, enjuágalo y tira de la cadena. No la uses nunca para inodoros de mármol, plástico o fibra de vidrio.