Paleontología / Entomología

Una extraña cucaracha "metálica" sobrevivió a la extinción masiva que acabó con los dinosaurios

Su coloración iridiscente y perturbadora le sirvió como camuflaje para evadir a los depredadores, funcionando como una ventaja adaptativa que favoreció su supervivencia

Así se veía en vida la cucaracha Alienopterix santonicus, con una hipotética coloración verdosa-rojiza.

Así se veía en vida la cucaracha Alienopterix santonicus, con una hipotética coloración verdosa-rojiza. / Crédito: Márton Zsoldos.

Pablo Javier Piacente

Un fósil descubierto en una pieza de ámbar ajkaite pertenece a una cucaracha única en su tipo, que surgió hace entre 86 y 83 millones de años. La especie extinta formó parte de la única familia de cucarachas de tipo mesozoico que sobrevivió con éxito al evento de extinción masiva del final del Cretácico, que acabó con los dinosaurios y otras muchas especies.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Budapest y el Museo de Historia Natural de Hungría han descubierto, protegida en ámbar, una variedad de cucaracha extinta de inusuales características, denominada Alienopterix santonicus, que logró sobrevivir al evento de extinción masiva que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años. El hallazgo se describe en un nuevo estudio publicado en la revista Biología. 

Una especie resiliente

Según explican los científicos en la investigación, liderados por Márton Szabó, las cucarachas son uno de los órdenes de insectos más dominantes en los ecosistemas paleozoicos y mesozoicos. Surgieron a finales del Carbonífero, considerándose ancestros de las termitas, mantis y otras variedades similares de insectos. 

A lo largo de una evolución de 320 millones de años, las cucarachas se adaptaron a una amplia gama de ecosistemas y desarrollaron múltiples tipologías. Actualmente presentan un alto grado de diversidad ecológica, de comportamiento y morfológica: pueden hallarse en ambientes urbanos, rurales, terrestres o acuáticos y en variadas formas. De esta manera, no resulta tan extraño que hayan logrado adaptarse a un momento tan complejo para el equilibrio planetario.

Se han hallado cucarachas fósiles en numerosas localidades de ámbar de varias edades. El ámbar del norte de Myanmar, el Báltico, el dominicano y el mexicano son los que registran el mayor número de hallazgos, pero Alienopterix santonicus se identificó en una pieza de ámbar ajkaite, concretamente en un pozo desconocido de la mina de carbón Ajka-Csingervölgy, en Hungría.

Los especialistas explican en el artículo científico que este tipo de ámbar del Cretácico superior se encuentra en la Formación de carbón de Ajka, cuyos afloramientos se descubrieron en la década de 1860 en el valle de Ajka-Csinger, al oeste de Hungría. Aunque se sabía que el ámbar ajkaite concentraba una amplia diversidad de fósiles, es el primer hallazgo de una cucaracha de esta familia, que vivió hace más de 80 millones de años.

Alienopterix santonicus en ámbar, en vista dorsal (a) y en vista ventral (b).

Alienopterix santonicus en ámbar, en vista dorsal (izquierda) y en vista ventral (derecha). / Créditos: Szabó et al / doi: 10.1007/s11756-022-01265-7.

Superando la gran extinción masiva

Alienopterix santonicus era una cucaracha diminuta, parecida a un escarabajo, de solo unos milímetros de largo, con ojos compuestos muy grandes y globulares y una llamativa coloración metálica. Surgió durante la era santoniana de la época del Cretácico superior, hace entre 86 y 83 millones de años

Formaba parte de una familia extinta de cucarachas denominada Alienopteridae, conocida solo desde el Cretácico de Gondwana y el Cenozoico de América del Norte. Alienopteridae es la única familia de cucarachas de tipo mesozoico que superó con éxito el evento de extinción masiva del final del Cretácico: según el registro fósil, abarcó desde el Cretácico Inferior hasta el Eoceno Medio, con un mínimo de 21 especies y 16 géneros diferentes. 

A pesar de su aparente fragilidad, logró sobrevivir a la traumática extinción masiva del Cretácico-Paleógeno, un evento que acabó con tres cuartas partes de las especies de plantas y animales de la Tierra, entre ellas los dinosaurios no aviares, hace aproximadamente 66 millones de años. Se produjo por el impacto de un asteroide gigantesco en Chicxulub, en la costa de México. Los científicos creen que algunas de las características de Alienopterix santonicus le brindaron una ventaja adaptativa, que favoreció su supervivencia. 

Una ventaja adaptativa marcó su supervivencia

De acuerdo a un artículo publicado en Sci-News, Alienopterix santonicus probablemente se benefició de su coloración iridiscente y perturbadora, que le sirvió como camuflaje. Esta tonalidad “metálica” le habría sido útil para confundir visualmente a los depredadores y cazadores, brindándole una ventaja de supervivencia significativa al camuflarse en la superficie de la corteza de los árboles o en las flores.

La combinación de colores y la morfología de esta variedad de cucaracha es muy inusual, marcando un rasgo avanzado y una capacidad adaptativa documentada por primera vez en la historia en el marco de este estudio. Actualmente, ninguno de estos colores y características se pueden identificar en las variedades existentes de cucarachas.

Referencia

Alienopterix santonicus sp. n., a metallic cockroach from the Late Cretaceous ajkaite amber (Bakony Mts, western Hungary) documents Alienopteridae within the Mesozoic Laurasia. Márton Szabó, Péter Szabó, Péter Kóbor and Attila Ősi. Biología (2022). DOI:https://doi.org/10.1007/s11756-022-01265-7