Vigo es capital de provincia. Al menos para el espacio meteorológico de Televisión Española. Si llevamos décadas con el conflicto de Gibraltar a vueltas, la reivindicación de que la ciudad olívica sea capital de la provincia se convertía en realidad ayer noche en el espacio de El Tiempo que Mónica López dirige en al segunda edición de los informátivos del ente público.

"Si observamos las cifras de otras capitales de provincia como Vigo". Jacob Petrus, el meteorólogo llegado de Telemadrid a TVE hace unos meses, iniciaba así una de sus intervenciones en el microespacio reservado a las curiosidades del tiempo. El presentador, no hacía otra cosa que comparar los índices torrenciales de la vertiente mediterránea y atlántica para explicar por qué la lluvia se comporta de la forma que lo hace.

Cielo muy nuboso en el Cantábrico e intervalos nubosos en el resto

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Alrededor de las 22:30 horas daba comienzo uno de los espacios más seguidos de la televisión de este país. No en vano, fútbol y meteorología son los temas favoritos de aquellos que utilizan los ascensores. Este año, el espacio de TVE (que cada temporada incrementa su duración) ha incorporado una sección en la que, de forma amena y sirviéndose del archivo de RTVE, nos explica los misterios que oculta la meteorología.

En el capítulo de anoche, era el turno de la lluvia. Tomando dos versos de una canción de Raimon, el meteorólogo llegado de Telemadrid nos explicaba por qué 'Cuando la lluvia no sabe llover...' Después de un breve vídeo en el que las lluvias torrenciales que anegaron la comarca valenciana del Safor allá por el año 1996 tomaban protagonismo, y de explicar los índices de torrencialidad en el Mediterráneo, tocaba explicar las cifras estableciendo una comparativa con otras ciudades españolas. Y entonces se produjo el error.

El fallo no tardó en trasladarse a redes sociales como Twitter en la que, atónitos y todavía sin dar crédito a lo que acababan de escuchar lamentaban el error y recomendaban a Jacob Petrus repasar los manuales de geografía política de la Penínula.

Si bien estos días disfrutamos de un tiempo soleado y propio del final de verano, todos recordamos una Semana Santa pasada por agua y en la que se recogían en sólo siete días la misma lluvia que en Lanzarote durante diez meses.