El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, afirmó ayer que en las dos conversaciones que mantuvo en las últimas horas con el primer ministro británico, David Cameron, "se han sentado las bases para un diálogo" sobre Gibraltar y se mostró convencido de que "terminará bien para todos".

En la rueda de prensa que ofreció al término de la reunión del G-20, Rajoy señaló que celebró dos encuentros con Cameron -uno a última hora del jueves y otro ayer por la mañana- y que la "sintonía personal es buena" y las conversaciones fueron "útiles".

"Hemos quedado en seguir conversando", avanzó Rajoy, que, no obstante, admitió que "cada uno tiene su posición" sobre Gibraltar. "Es evidente que ahí hay un problema, que nadie tiene interés en tener problemas, y es evidente que hay que dialogar", dijo.

Las entrevistas de Rajoy con Cameron se celebraron a petición del "premier" británico, aprovechando la presencia de ambos en la cumbre del G-20, informaron fuentes del Gobierno español.

Antes de las declaraciones de Rajoy, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, había abogado por mantener "el mayor clima de diálogo" con el Reino Unido, pero recordó que "ello obliga a que cada uno cumpla con la ley", en alusión a los 70 bloques de hormigón lanzados en aguas de la Bahía de Algeciras por las autoridades de la Roca que desataron el conflicto.

Por la mañana, el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, se había referido a la posibilidad de que Cameron acordara con Rajoy la retirada de los polémicos bloques y había dicho: "No tiene potestad para acordarlo; no tiene derecho de hacerlo y no lo hará".

En una entrevista en la Cadena SER, Picardo reafirmó "absolutamente" su negativa a retirar, como exige España, los bloques de hormigón y acusó al Gobierno español de generar "un ambiente prebélico" en la zona.

Insistió en responsabilizar a España, especialmente al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, de la disputa y aseguró que él apuesta por el diálogo.

Respecto a las quejas de España sobre la "permisividad" de Gibraltar al contrabando de tabaco, el ministro principal de la colonia británica rechazó las cifras esgrimidas por el Gobierno (130 millones de cajetillas para una población de 30.000 personas) y dijo que no se tienen en cuenta los 10 millones de turistas al año.

Por otra parte, La Guardia Civil detuvo ayer a una mujer de nacionalidad británica por saltarse el control de vehículos establecido en la frontera con Gibraltar y atropellar a su paso a uno de los agentes que vigilan el paso. En el maletero transportaba 2.500 cajetillas de tabaco.