El mar ofrece productos únicos en Galicia, y de eso saben mucho en el Pescador, el restaurante abierto en Bueu en 1997 convertido ya en toda una referencia gastronómica por su producto fresco de las rías. Mariscos y pescados son aquí los grandes protagonistas de una carta que va siempre con el mercado y con la lonja. Lo difícil es seleccionar con qué quedarse para degustarlo en sus comedores, el de abajo decorado con tonos que evocan los azules marineros y una panorámica mural que permite contemplar la Illa de Ons y toda su hermosura atlántica.
Tanta es la fama del local y buena mano de su cocinera, María del Carmen Ferradás, que hace cinco años fueron unos de los protagonistas del programa "Un país para comérselo", en esa ocasión para que preparasen su conocida raya guisada, que elabora siguiendo una antigua receta de la abuela.
El Pescador figura en todas las guías que se precien y siendo ambos -Manolo y Maricarmen- de familias "mariñeiras" de Ons no podían sino ofrecer en su restaurante los mejores frutos de los rías. Manuel Otero faenó en el mar desde los doce años y a Maricarmen le gusta la cocina "de siempre, de toda la vida", desde que de niña aprendió elaboraciones y recetas antiguas. En 1997 el matrimonio abrió con ilusión y esfuerzo un restaurante pequeño y familiar en el que se podía degustar toda la frescura de las Rías Baixas. Pronto su calidad y atención cogieron fama, y se hicieron con una clientela fiel y numerosa que les llevó a ampliar el establecimiento en 2011 conservando su esencia de siempre. Los hijos Mari y Manuel han heredado la pasión por la cocina y por el trato con el cliente.
La carta va variando en función de la estación y de la lonja. Así, se puede degustar arroz con bogavante, arroz de marisco (ambos con fama), rodaballo, raya guisada (una de las elaboraciones recogidas en el programa "Un país para comérselo"), cocochas con almejas (plato en el que son también un referente, que presentan como receta), zamburiñas a la plancha, calamares, lenguado, lubina y otros tipos de pescados y mariscos tan frescos como tentadores. El pulpo de Bueu tiene fama y en este establecimiento puede comprobarse que es más que merecida, ya que a su habitual presentación a la gallega se suma la posibilidad de degustarlo en caldeirada o al ajillo con langostinos. Los más carnívoros también tienen su apartado, con opciones como chuletón de ternera gallega, chuleta o solomillo.
A ello se suma un surtido de postres caseros (filloas, flan, arroz con leche, tarta de chocolate, tarta de queso?), acompañado de una cuidada carta de vinos en la que hay blancos de O Rosal y de Cambados (entre otros), además de mencías y otras referencias que completan la experiencia gastronómica que también puede hacerse en la terraza cubierta de la que dispone.
