La Fiscalía de Alicante ha solicitado una pena de 14 meses de prisión para un vecino del barrio de Rabasa por la muerte de un gato con un lazo trampa de alambre sin freno que colocó en su domicilio para proteger a un pájaro que tenía en una jaula. El Ministerio Público ha solicitado la apertura de juicio oral a esta persona al calificar los hechos como un delito de maltrato a animal doméstico con muerte del mismo y además de la pena de un año y dos meses de cárcel, el acusado se enfrenta a una petición de tres años de inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.

Por ello, el fiscal solicita además la incautación de todos los animales domésticos que posea el acusado y reclama que indemnice a la Protectora de Animales y Plantas de Alicante con el importe de los gastos y perjuicios causados para la atención, cuidado e inhumación del animal, pendientes aún de cuantificarse.

Los hechos que serán enjuiciados en un juzgado de lo Penal de Alicante ocurrieron la mañana de 16 de junio de 2021 en una vivienda unifamiliar del barrio de Rabasa. La Policía Local de Alicante recibió una llamada en la que se denunciaba un posible caso de maltrato animal en una vivienda unifamiliar y al llegar los agentes al lugar comprobaron que había un gato agonizando. Según el escrito de acusación del Ministerio Público, el gato estaba atrapado y colgado boca abajo con un lazo metálico en la pared de una vivienda. El lazo estaba atado a la reja de una ventana bajo una jaula de un pájaro y dentro del recinto ajardinado de la finca.

El morador o dueño de la casa no pudo ser localizado en ese instante por la Policía Local, por lo que los agentes saltaron la valla y accedieron a la terraza exterior de la parcela dado el grave estado del gato y el sufrimiento del animal, que estaba agarrado por el lazo a la altura del abdomen.

Al acceder al interior verificaron que el gato estaba preso por el abdomen por un lazo de alambre sin nudo fijo, por lo que la opresión aumentaba cada vez que el animal se movía para tratar de soltarse.

Para la Fiscalía, la trampa del lazo sin freno fue colocada "intencionadamente" por el acusado cerca de la jaula de un pájaro colgada en la pared de su vivienda y lo hizo para que atrapara a cualquier gato que se acercara la misma, de forma que «no tuviera posibilidad alguna de escape y muriera sufriendo proporcionalmente a la fuerza que hiciera para intentar desasirse».

El gato fue sedado para quitarle el lazo y fue recogido por la Protectora de Animales y Plantas de Alicante, pero murió pocos días después de su ingreso. El Ministerio Público señala en su acusación que, según el informe del veterinario, «el animal estaba atrapado con un lazo sin freno alrededor del abdomen, que afectaba a las vísceras abdominales provocando obstrucción intestinal moderada». Además presentaba una erosión en una pata trasera debido probablemente a los esfuerzos del gato por zafarse del lazo.

El hombre acusado de maltrato animal llegó a manifestar inicialmente a los policías locales que acudieron a su casa de Alicante que la culpa era del gato por saltar a su vivienda para cazar al pájaro de la jaula y que "la próxima vez iba a pegarle un palo y lo iba a tirar a un contenedor". Sin embargo, en la declaración prestada con posterioridad en el juzgado negó haber colocado el lazo de alambre sin freno y que no sabía que había allí un gato, además de negar que hubiese dicho a los agentes que la culpa era del gato por entrar. Fuentes de la Protectora de Animales y Plantas de Alicante aseguran que actualmente hay muchos casos de maltrato animal a gatos, sobre todo mediante envenenamientos, y precisan que actualmente es más raro el uso de lazos trampa. El Código Penal castiga el maltrato animal con una pena de tres meses y un día a un año de prisión por si se causa la muerte se impondrá una pena de seis a dieciocho meses de prisión.