Aunque no tiene antecedentes policiales, solo por extranjería, el joven que gratuitamente agredió a un policía nacional en un bus urbano de Zaragoza, estaba bajo sospecha. En concreto por robar, presuntamente, relojes de lujo. 

Así consta en las diligencias a las que tuvo acceso El Periódico de Aragón en las que la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional en Ibiza señala como ciudades en las que habría podido actuar, además de esta isla balear, la de Palma de Mallorca, Barcelona y Marbella. Incluso resaltan que podría estar siendo investigado por la policía francesa por robos en París. De hecho, en Noruega tiene una orden de prohibición de entrada al país. 

Este joven marroquí de 29 años, Bilal M., fue objetivo policial el pasado verano. Una llamada anónima indicó que él y su presunto compinche estaban en un vuelo rumbo a Ibiza y que su objetivo era sustraer relojes. Casualmente, la noche siguiente a aterrizar en la isla, un extranjero fue víctima de un robo cuando estaba cenando junto a su esposa. Le acababan de quitar un Patek Philippe valorado en 40.000 euros. 

Los denunciantes consiguieron identificar al amigo de Bilal M., quienes se habían hospedado en un hostal ibicenco. Inmediatamente pusieron en marcha un dispositivo de vigilancia, tras dar con el alojamiento de estos dos jóvenes, pudiendo determinar "que no hacían vida de turistas". Durante el día estaban en la habitación y salían a la calle de noche. Llegaron la el jueves y el domingo se marcharon. 

En paralelo, los investigadores vieron que el grupo policial especializado en robos de lujo en Marbella los había localizado en esta localidad malagueña y en Puerto Banús. 

Junto al delito de atentado y lesiones al inspector de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, la jueza instructora también le imputa por un delito de falsedad documental porque poseía un pasaporte y una carta de identidad de Suiza. En el estudio de los documentos que usaba Bilal M. destacan varias características que demuestran que son realizados ad hoc para evadir la acción judicial. Resaltan los investigadores que el pasaporte coincide con el modelo original en lo que respecta a sus características morfológicas tales como formato, dimensiones y contorno de las esquinas, pero observan que el soporte original presenta una confección en policarbonato y no en papel como es el que llevaba el delincuente. Pero no es la única divergencia que encuentra Científica puesto que la impresión está realizada sin los sistemas de seguridad propios de este tipo de documentos como marcas de agua. La Policía Nacional destacó en ese mismo informe que el día de su detención llevaba consigo estos dos documentos y que estaba coordinado con un vehículo que iba a acudir a recogerlo al número 5 de la calle Arquitecto Guardiola de Alicante en la que se ocultaba. Se había preparado una bolsa de equipaje con sus enseres y ropa personales, por lo que no dudan en asegurar "su clara intención de sustraerse a la acción de la Justicia por todos los medios a su alcance". Está en prisión provisional.