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Transportes

Atrapados en la bodega de un barco desde Denia a Ibiza

La naviera hace públicas sus disculpas por un problema que se produjo en la estiba de los coches en Denia dejando atrapados a dos pasajeros

Asunción Hernández en el coche en el que quedó atrapada en la bodega del barco.

Eduardo Moya y Asunción Hernández, matrimonio residente en Sant Ferran, regresaban el pasado lunes a Formentera desde Denia y optaron por embarcarse con su vehículo, con distintivo de discapacidad, en el ferry ‘Cecilia Payne’ de Baleària que cubre la ruta con Ibiza, desde donde luego cogerían el ‘Posidonia’ para llegar a la Savina.

El problema surgió cuando embarcaron en Denia, allí les pusieron el distintivo de vehículo de discapacitado y les hicieron avanzar bodega adentro. En ese momento se quedaron encajonados, entre dos filas de vehículos, sin poder salir del coche

Estaban atrapados y sorprendidos porque lo único que les decía la tripulación de bodega ante sus quejas era: "¡No español, no español!", sin que les hicieran caso. El barco cerró las compuertas de popa y ellos sin poder salir. El ferry zarpó y empezó a navegar. Enseguida se quedaron su cobertura en el móvil, por lo que llamaron al 112. Tuvieron que esperar dentro del coche durante 35 minutos hasta que aparecieron dos azafatas de pasaje que por fin les atendieron debidamente. La naviera ha presentado sus disculpas.

Eduardo Moya, vecino de Sant Ferran, muestra el distintivo del vehículo de discapacitado que le puso la naviera al embarcar. CARMELO CONVALIA

Eduardo Moya lo relata en primera persona: "Me pusieron un cartel, más grande, de discapacitado encima del que lleva el coche y me dijeron que me pusiera en una fila porque los de Formentera nos teníamos que colocarnos en un sitio concreto". El caso es que le situaron pegado a un remolque que llevaba piraguas. "Le digo entonces al chico que de allí no podemos salir, yo insistía, pero el chico nada y solo contestaba: ¡no español, y no español!".

Tirando de paciencia y al ver que estaban bloqueados, Eduardo empezó a tocar el claxon: "Y viene otro señor y me contesta que ¡no español!, también".

La preocupación de Eduardo y de Asunción aumenta cuando ven que se cierran las compuertas de la bodega del buque y que empieza a navegar: "Tiro de teléfono, intento llamar a Baleària y se me queda el móvil sin cobertura, solo llamadas de emergencia". En ese momento llamó al 112 y les explicó la situación. "Ellos me insistían que si quería un médico pero yo les decía que no, que solo quería ayuda para poder salir del coche".

Al cabo de un rato, después de la llamada al 112, "bajan, por fin dos camareras de la tripulación que se portaron estupendamente", sigue relatando. 

A todo esto el barco seguía navegando pero al rato ya bajaron los conductores de los vehículos que tenía detrás: "Entonces hicieron mover, no sé, como cuatro o seis coches para atrás, todo esto navegando; me dicen que no arranque y empujan el coche hasta que pudimos abrir las puertas y salimos".

Este es el hueco que le quedo para salir de su vehículo, en la bodega del buque. CARMELO CONVALIA

A partir de ese momento la situación cambió. Eduardo destaca el trato y las atenciones que recibieron de la tripulación «sobre todo de las chicas, nadie más se acercó a dar explicaciones, pero las chicas se comportaron muy bien», insiste.

Claro que el desembarque en Ibiza también se alargó y señala que el ‘Posidonia’, que enlaza con Formentera, tuvo que retrasar la salida y esperarles.

Accesibilidad a discapacitados

 Eduardo Moya ha decidido hacer público su caso "para que no le ocurra a nadie más». De hecho está preparando una reclamación que presentará a la naviera en la que solo pide que «se mejoren los accesos a los buques para personas con discapacidad".

Este vecino señaló: "Solo quiero que esto no le vuelva a pasar a nadie, son situaciones tensas por las que no tenemos que pasar". Además considera que "se debe mejorar el acceso a las personas con discapacidad en los barcos, hay personas que se mueven mal o se fatigan, y a veces incluso los ascensores no funcionan".

La naviera pide disculpas

La naviera Baleària lamentó la situación que vivió este matrimonio e hizo públicas las "disculpas" de la compañía. Las mismas fuentes señalaron que dentro de la política de esta empresa ponen especial cuidado en el trato hacia las personas con discapacidad para que puedan viajar.

La naviera reconoció que se produjo un problema en la estiba del coche en Denia: "Se les estacionó mal, a lo que se unió que los coches de rumbo a Ibiza son los últimos en entrar, pedimos disculpas". Desde la naviera recalcaron: "Lamentamos las molestias ocasionadas a estos pasajeros, ya que tenemos una sensibilidad especial con personas con discapacidad o movilidad reducida, el problema fue en la bodega".

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