La conservera gallega Frinsa del Noroeste, tras la alerta activada por la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) a raíz de un brote de intoxicación alimentaria provocada por toxina botulismo detectada en el atún, ha asegurado que únicamente hay "una lata afectada".

En un comunicado, Frinsa asegura que "tras analizar lo ocurrido, este hecho se limita a una única lata de un único lote" que, subrayan, "previamente a su análisis se abrió y manipuló".

De hecho, remarcan que "los análisis del resto del lote han resultado satisfactorios y así lo ha acreditado la Xunta de Galicia" y subrayan además que desde que se conoció el caso ha habido "una absoluta colaboración entre la empresa y las Autoridades Sanitarias".

Insisten en la nota que "los controles de calidad y seguridad alimentaria más estrictos están implantados" en las instalaciones de Frinsa, cumpliendo con todos los requerimientos establecidos por las Autoridades Sanitarias.

Con todo, la empresa ha manifestado "su solidaridad" con las cuatro personas afectadas por este brote, a las cuales desea una pronta recuperación.

Cuatro personas de una misma familia de Castilla y León, tres de ellas ya dadas de alta, han resultado afectadas por esta intoxicación, tras consumir una ensaladilla rusa casera con la conserva de atún en aceite de girasol contaminada por la toxina.