La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha confirmado la medida de prisión provisional decretada para María del Mar M.B., la mujer de 54 años de edad detenida hace un mes y medio por presuntamente tratar de matar a la novia de su excompañero sentimental intentando encubrir los hechos como un suicidio. La investigada ingresó en la cárcel el pasado 2 de julio, como así lo decretó la titular del Juzgado de Instrucción 1 de la ciudad olívica por la presunta autoría de un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de detención ilegal. La defensa de esta vecina de Vigo recurrió en apelación contra el auto de encarcelamiento, pero el recurso ha sido desestimado, por lo que la mujer continuará en A Lama mientras prosigue la investigación judicial.
La magistrada instructora ya practicó varias diligencias clave para esclarecer todo lo sucedido la madrugada del 1 de julio en el domicilio de la víctima, en un piso de la calle Martínez Garrido de Vigo. Entre otras, la jueza tomó declaración a la perjudicada y a la vecina que, al escuchar llantos y golpes, llamó al 091. Algo que fue clave, ya que gracias al aviso la Policía Nacional acudió a la vivienda, donde detuvo a la agresora y auxilió a la víctima, que estaba semidesnuda y sangraba abundantemente.
Junto al reconocimiento por parte de los forenses de los cortes que presentaba la víctima -un corte en el muslo por el que sangró de forma abundante fue consecuencia al parecer de un forcejeo con la investigada para tratar de detener el ataque-, otra de las pruebas que ordenó realizar la magistrada es un examen médico sobre la salud mental de la investigada, que al parecer estaba a tratamiento psicológico.
En el rellano
Los hechos ocurrieron en torno a la una de la madrugada, cuando María del Mar accedió al edificio de la novia del que había sido su compañero tras llamar por el telefonillo a otro de los pisos. Una vez dentro del inmueble, se ocultó en el rellano y poco después, cuando llegó la víctima, la abordó con un cuchillo justo cuando salía del ascensor e iba a abrir la puerta de la casa. "Entra y no hagas ruido, tenemos que hablar", le dijo en ese momento.
A tenor de como se sucedieron los hechos, todo estaba planificado. La imputada llevaba puestos unos guantes desechables de látex y, intimidándola con el arma blanca, ordenó a la otra mujer que cogiese un vaso de agua para ingerir una decena de barbitúricos que le dio. También le dijo que pusiese el tapón y abriese el grifo de la bañera. Tal y como se desencadenaron los hechos, la sospecha policial fue la de que lo que pretendía la agresora era que todo pareciese un suicidio.
La llamada al 091 de la vecina, que escuchaba sollozos, golpes y correr el agua a borbotones en la bañera, propició la intervención policial.Tras entrar en el piso detuvieron a la agresora, que había guardado el cuchillo en el bolso, y ayudaron a la víctima. La jueza envió a prisión a la detenida al considerar que existe riesgo de fuga por la gravedad de los hechos que se investigan y la pena que llevan aparejada. También para evitar que pueda atentar contra la víctima y sus bienes jurídicos y por riesgo de alteración de pruebas.
La Audiencia viguesa, en un auto que tiene fecha del pasado 15 de julio, refrendó la medida adoptada por la instructora. Inicialmente asistida por una letrada de oficio, la imputada tiene ahora un nuevo abogado que se ha hecho cargo de su defensa.
