Esta mañana se ha iniciado en Vigo el juicio a puerta cerrada por el mayor caso de abusos sexuales a menores destapado en la ciudad. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial acoge toda esta semana el proceso contra el hostelero de 43 años Carlos Viéitez, "Papuchi", acusado de abuso sexual a menores de 16 años, exhibicionismo, provocación sexual y exhibición de pornografía cometidos con 18 adolescentes. El procesado llegó sobre las 9.30 horas a la sede judicial de la calle Lalín.

El acusado no quiso llegar a un acuerdo de conformidad y se declaró inocente en la primera sesión del juicio. Negó los abusos y que tuviese contactos de tipo sexual con los jóvenes. En la vista aseguró no conocer a muchos de los menores y sobre otros chicos dijo que eran mayores de edad, si bien rechazó haberse sobrepasado con ellos. Rechazó además haber enviado mensajes de wassap y ,sobre los viajes en barco, indicó que en alguna ocasión fue con jóvenes, pero que nunca ocurrieron ninguno de los episodios que narran las acusaciones.

La Fiscalía solicita penas que suman casi 54 años de prisión e indemnizaciones por valor de 38.000 euros, así como otros 10 años de libertad vigilada y órdenes de alejamiento para todas las víctimas. Las acusaciones particulares piden penas mayores, pues atribuyen al hostelero un delito de agresión sexual y no contemplan la absorción de delitos como sostiene el ministerio público.

Dada la naturaleza de los hechos que se van a enjuiciar, la Fiscalía ha solicitado que la vista se celebre a puerta cerrada, y que se tomen medidas para evitar el contacto visual entre el acusado y las víctimas.

Los hechos que se juzgan tuvieron lugar entre los años 2015 y 2017, y si bien la mayoría de menores contaban con edades comprendidas entre los 15 y los 16 años, hay adolescentes de 13 y 14. La Fiscalía sostiene que "Papuchi" se aprovechó de su trabajo en el restaurante italiano que regentaba en la zona de moda del Areal para entablar contacto con ellos y les captaba con paseos en su yate y en su coche deportivo. De hecho, el escrito fiscal sostiene que "aprovechó el contacto con menores que le permitía su trabajo para obtener de ellos una confianza que les llevara a ejecutar actos de naturaleza sexual".

Carlos Viéitez fue detenido en abril de 2017. La declaración de las víctimas y el volcado de teléfonos y ordenadores resultaron claves al comprobarse los mensajes de WhatssApp y Snap Chat.