Una madre está dispuesta a todo por un hijo. Incluso a asumir la culpa de un delito que no cometió. Y como ejemplo de ello está una sentencia de la Audiencia de Pontevedra en la que se condena a una madre por intentar encubrir a su hijo tras provocar este un accidente con una conducción manifiestamente temeraria, según señala el fallo. Ocurrió en julio de 2016. Dado que el joven ya tenía una condena anterior por conducir bajo los efectos del alcohol, y para que no volviera a ser investigado por un delito, la madre fue al lugar y se presentó ante la Guardia Civil como la conductora. La mentira fue descubierta.