Un grave caso de violencia machista ocurrido en Vigo que llegará a juicio la próxima semana en la Audiencia Provincial de Pontevedra. Quien se sentará en el banquillo afronta penas que suman 17 años de cárcel ya que, supuestamente agredió sexualmente y propinó una paliza a su pareja en el domicilio en el que convivían, hechos que sucedieron en agosto de 2016. "Tú sabes que de aquí no sales viva, a mí no me importa lo que me pase pero a ti te mato como a una perra", habría llegado a gritar a la víctima, mientras en una de sus manos portaba un cuchillo que escondía tras su espalda. El acusado ingresó en prisión provisional tras ser detenido por este caso.

La fiscal atribuye a O.O.G. la presunta comisión de un delito de maltrato doméstico, otro de agresión sexual continuado con penetración -con las agravantes de parentesco y de género- y otro de lesiones. Junto a cárcel, pide que se le le imponga la prohibición de aproximarse o comunicarse con la mujer durante períodos que suman 22 años: solicita el control con pulsera telemática "para aquellos períodos" en los que no esté en prisión. También demanda 10 años de libertad vigilada. La víctima renunció a la indemnización que le podría corresponder por las lesiones.

La pareja mantuvo una relación sentimental que duró unos cinco años conviviendo, entre otros, en el domicilio familiar ubicado en Vigo. Al mediodía del 25 de agosto de 2016, relata la Fiscalía, el hombre fue hasta las cercanías del trabajo de ella en Pontevedra y, "tras una disputa por celos", le dio golpes con los dedos en los brazos, al tiempo que le gritaba.

Fue de noche, ya en casa, cuando sucedieron los hechos más graves. El Ministerio Público cuenta que el acusado siguió discutiendo con su novia para que ella "le confesase que le había sido infiel con su jefe". Así, supuestamente empezó a darle bofetadas en la cara, le tiró del pelo y la empujó por las distintas estancias de la vivienda hasta llegar al dormitorio. En ese instante, prosigue la acusación, él fue a la cocina en busca de cuchillos. Agachó uno de ellos en la espalda, se dirigió de nuevo a la habitación y allí arrancó la ropa a la mujer a la vez que presuntamente la amenazaba de muerte.

Fue entonces cuando, a pesar de la negativa de la víctima, él presuntamente la agredió sexualmente. En un momento dado, sigue el relato del Ministerio Público, el acusado fue a la cocina a beber y fumar, retornando a la habitación, donde "golpeó" en la cara a su pareja, le tiró del pelo y le propinó "patadas por todo el cuerpo". De nuevo, y pese a la "negativa expresa y persistente" de ella, la atacó sexualmente.

A consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió numerosas lesiones y necesitó llevar yeso en el tobillo durante varios meses. Estuvo de baja laboral. Necesitó tratamiento psicológico y psiquiátrico. El hombre permanece en prisión provisional desde el 27 de agosto de ese año.