Prisión provisional sin fianza. La magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Luarca, Marta Huerta, envió ayer a la cárcel a Javier Ledo, el asesino confeso de Paz Fernández, la gijonesa desaparecida en Navia (Asturias) a mediados de febrero y cuyo cuerpo fue hallado en un pantano. La juez le acusa de homicidio, aunque esta calificación puede evolucionar a asesinato con agravante de género, según se concluya de las investigaciones aún en curso. La juez mantiene el secreto en las diligencias porque, según distintas fuentes, continuará la toma de declaraciones y la búsqueda de más elementos incriminatorios, como el arma homicida.

El equipo de buzos de los GEAS de la Guardia Civil estuvo rastreando ayer de nuevo el fondo del embalse de Arbón (Villayón), donde fue hallado el cuerpo de Paz Fernández después de 22 días desaparecida. Según las fuentes consultadas, aún se busca el arma homicida. También se mantiene viva la tesis de que el ahora reo tuvo un cómplice, al menos para deshacerse del cadáver.

Javier Ledo se reconoció autor del crimen. Lo hizo ayer ante la magistrada, después de que el domingo por la noche lo admitiera en el cuartel de la Guardia Civil de Luarca tras mostrarle las múltiples pruebas incriminatorias contra él y se le sometiera a interrogatorios maratonianos.

Un amplio dispositivo de agentes de la Guardia Civil trasladó y custodió a Javier Ledo desde el cuartel donde estaba detenido desde el pasado viernes, hasta el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción. Desde primera hora y hasta las 16.15 horas que Ledo salió del edificio para trasladarlo a la cárcel asturiana la entrada al juzgado estuvo fuertemente custodiada. Mientras tanto, y durante todas esas horas, no dejaron de concentrarse grupos de curiosos en la acera de enfrente "esperando a ver al asesino", decían dos vecinas.

Distintas fuentes consultadas indicaron que "la confesión" en el Juzgado no se prolongó mucho tiempo. La Fiscalía había solicitado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para Ledo.

A las 16.00 horas, la magistrada dictaba una orden de prisión provisional, comunicada y sin fianza, atribuyendo al acusado un presunto homicidio "o en su caso" de asesinato con agravante de género, al haberse constatado que era pareja de Paz Fernández, aunque siempre había mantenido que sólo eran amigos.

Fuentes próximas al caso indicaron, sin embargo, que Javier Ledo y Paz Fernández habían sido pareja hacía unos años, que se habían separado y que habían vuelto a juntarse el pasado mes de diciembre. De ahí que la magistrada Marta Huerta contemple en su calificación la posibilidad de que el caso sea un asesinato con la agravante de género.