Fue una entidad bancaria la que alertó del caso, al ser varios sus clientes los que afirmaron sufrir en sus tarjetas de crédito múltiples cargos sin su consentimiento a una entidad mercantil de A Coruña. En este caso a los perjudicados se les estafó 14.000 euros, sin embargo solo era la punta del iceberg.

La Policía Nacional desarticuló la ramificación española de una organización que estafó hasta 6.000.000 de euros por todo el mundo mediante cargos fraudulentos a tarjetas bancarias, donde el dinero iría destinado a empresas fantasma creadas por la red española expresamente para el blanqueo de todo el capital defraudado. Esta operación se saldó la detención de seis personas, dos de ellas en A Coruña, tres en Zaragoza y una en la capital madrileña.

Tal y como informaron fuentes de la Policía Nacional a través de un comunicado, aunque el grupo español se considera desarticulada, se han detectado estafas relacionadas y con patrones comunes en países como Francia, Estados Unidos, Costa Rica, República Dominicana y Panamá, por lo que no se descartarían nuevas detenciones en esta operación.

La investigación comenzó a raíz de una denuncia interpuesta por una entidad bancaria que alertaba sobre numerosas transacciones cargadas a las tarjetas bancarias de sus clientes, quienes no reconocían dichos cargos. La Policía explica que aunque las víctimas seguían en posesión de dichas tarjetas, aparecían cargos supuestamente realizados en una empresa mercantil de A Coruña "sin el reconocimiento ni el consentimiento de las mismas". En total, el importe defraudado que denunciaba este banco ascendía a los 14.000 euros.

La ramificación de la trama en Costa Rica obtenía la numeración de las tarjetas de crédito y débito vulnerando los sistemas de seguridad del comercio electrónico o comprando los datos bancarios de las víctimas a través de terceros, banda organizadas que a través de redes sociales obtienen la confianza y posterior información de los estafados.

La ramificación española se dedicaba a la creación de empresas fantasma con las que contrataban Terminales de Punto de Venta (TPV). Tras recibir las numeraciones de las tarjetas desde Costa Rica, efectuaban los cargos en ellas a través de dichos terminales. El dinero obtenido era luego blanqueado mediante un complejo entramado de sociedades ficticias, tanto nacionales como extranjeras, creadas con la única finalidad de dar salida y ocultar el dinero fraudulento de los clientes estafados.

Hasta 20 cuentas bloqueadas

Finalmente han sido bloqueadas más de una veintena de cuentas bancarias afectadas y se han realizado cuatro registros domiciliarios en Zaragoza, donde se ha incautado documentación relacionada con las empresas investigadas, dispositivos informáticos y varios vehículos. Además, los agentes pudieron acceder a los ordenadores y registrar conversaciones entre distintos miembros de la organización.

Bajo la dirección de la Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional, han colaborado también la Policía Nacional francesa, el Servicio Secreto, el FBI de EE.UU., el EC3 de Europol e Interpol.