Dos vecinos de Vilariño de Conso, que trabajaban en la misma empresa, se sentaron ayer en el banquillo de los acusados por una rencilla que llegó a las manos. M. E. R. está acusado de un presunto delito de lesiones cualificadas, por el que la Fiscalía solicita cuatro años y medio de cárcel, seis de alejamiento, más una indemnización de más de 29.000 euros. En el banquillo también se sentó ayer A.A.G., al que presuntamente partió siete dientes tras agredirlo porque había atravesado con el tractor por su finca, causándole daños.

El primer imputado -el único contra el que formula acusación el ministerio público- sostiene que lo único que hizo fue forcejear con su convecino porque, según su versión, portaba un hierro en cada mano y trató de abalanzarse sobre él.

La defensa, que sostiene que únicamente hubo una discusión entre los dos vecinos, esgrime que la víctima ya presentaba problemas de salud bucodental previos a los hechos, por lo que podría haber perdido varias piezas por motivos ajenos a la agresión.