Ni resto de ADN de perros en el pienso para animales, ni en albóndigas o elaborados alimenticios destinados al consumo humano. El Juzgado de Instrucción 3 de Ponteareas ha archivado uno de los casos que más alarma social causaron en 2013 por el supuesto uso de perros abandonados y enfermos para elaborar piensos para mascotas a raíz de una denuncia presentada por el Seprona de la Guardia Civil de Vigo que alertaba del riesgo que supondría para toda la cadena alimentaria pues alertaban de que podría llegar al consumo humano. Una causa en la que se personó como acusación la protectora de animales de Cambados y por la que la UE pidió explicaciones al Gobierno de España.

El informe encargado por el juzgado a la patronal conservera Anfaco-Cecopesca en Vigo, que dispone del único laboratorio habilitado en toda España para este tipo de análisis, cuyos resposnables de biología molecular no encontraron rastro de ADN de perro en las muestras, ha resultado determinante para el sobreseimiento provisional y archivo de las diligencias. La juez, tras admitir a trámite la denuncia y el informe del Seprona decretó, como medida cautelar, el cese de extracción de materia prima de la planta de transformación Fernando Corral e Hijos S.L. en Salamanca, e implicó en la trama que supuestamente se extendía por toda Galicia a once personas a las que se imputaban presuntos delitos contra la salud pública y falsedad documental para el transporte de los animales muertos hasta Salamanca.

Los hechos saltaron a la opinión pública en febrero de 2013, con la imputación de los responsables de la empresa de transformación de piensos salmantina y otra decena de personas, incluido el responsable de una empresa que recogía perros abandonados o muertos en varios municipios del sur de la provincia de Pontevedra, como Redondela, O Porriño, Salceda de Caselas, Mos o Salvaterra de Miño. Pero la investigación hacía comenzado un año antes, cuando se localizó una fosa común en Val Miñor y una nave industrial de As Neves donde se almacenaban 15 toneladas de cadáveres de animales, sobre todo perros, que debían haber sido incinerados.

La Guardia Civil tiró entonces del hilo y, tras descubrir supuesto material genético (ADN) de perros en las grasas para piensos comercializadas por Fernando Corral e Hijos, implicó en su investigación a una serie de empresas gallegas que abastecían a la firma de Salamanca de restos de carne o que llevaban allí a incinerar los restos de los perros muertos. Entre los investigados figuraban curtidurías de Vigo y Lugo; o camioneros que recogían restos de carne en mataderos para trasladarlos después a Salamanca. También figuró como implicado el propietario de la nave de As Neves y fueron citados como testigos desde el administrador concursal de una firma investigada hasta el gerente del matadero.

La titular de Instrucción 3 de Ponteareas considera que se han practicado todas las diligencias precisas y acuerda ahora el sobreseimiento provisional y el archivo de la causa a la vista de los informes de Anfaco para la detección de ADN canino en las muestras recogidas en los que "no se ha detectado ADN de perro" . La juez concluye que "no existen indicios suficientes para imputar a los denunciados los delitos contra la salud pública ni de falsificación". En este sentido señala que no parece debidamente justificada la perpetración del delito que dio origen a la causa. Recuerda que en el atestado del Seprona se hacía constar "el hallazgo de animales de compañía recogidos en distintos establecimientos y otros subproductos animales calificados cuyo único destino legal era su destrucción" y "su desvío y traslado a la planta de transformación de subproductos animales de la mercantil Fernando Corral e Hijos S.L." para destinarlos "a la elaboración de piensos o grasa para la alimentación animal, reintroduciéndose en la cadena alimentaria con el consiguiente riesgo para la saludad pública". Pero a la vista de los informes de Anfaco "el único laboratorio acreditado en España para la detección por ADN de perro" y "estando plenamente acreditada la capacidad e idoneidad de dicho centro para realizar la prueba pericial" acuerda archivar la causa.

Desde el principio algunos investigados proclamaron su inocencia y fueron firmes en sus declaraciones: "Yo pagué por la destrucción de unos cadáveres de perros. Lo que hizo después la empresa de Salamanca con ellos no lo sé", manifestó un empresario gallego. Lo que ahora sí se ha comprobado es que no hicieron piensos con ellos".