Las labores de limpieza por la inundación provocada el día de ayer por el desbordamiento del río Maceiras en Redondela ha tenido ocupados durante la jornada a los operarios del Concello y del 112, que tienen a su disposición más de treinta bombas para achicar todo el barro y agua acumulado.

De momento los afectados no han podido concretar una valoración de los daños al estar pendientes de la peritación por parte de las compañías aseguradoras. El la villa se ha reanudado el tráfico con normalidad con la excepción de la zona del Salgueiral, que se mantiene cerrada por precaución por lo que pueda pasar por la tarde.