Un hombre acusado de intentar matar a su expareja en un bar de A Coruña en agosto del año pasado aseguró ayer, ante el tribunal, que los hechos ocurrieron "sin querer" tras un tropiezo entre ambos cuando él portaba un cuchillo y mantenían una discusión. El hombre se encuentra en prisión desde que, el 15 de agosto de 2014, irrumpiese en el bar Yesterday -de la ronda de Outeiro- armado con un cuchillo de diez centímetros de hoja con el que hirió a la madre de su hija.

El acusado aseguró ayer, durante la vista, que el ataque a su exmujer se produjo "sin querer" y que todo se debió a una conversación que deseaba mantener con ella para poder ver a su hija. Defendió que portaba un cuchillo porque el entonces novio de la agredida le había pegado "unos golpes en la cabeza" y que, desde entonces, tenía "miedo", por lo que había decidido llevar siempre con él un arma blanca. Aquel 15 de agosto, poco antes de las dos de la tarde, saltó la barra del bar "para evitar que ella llamase a sus amigos" y con el cuchillo en la mano hasta que, siempre según su versión, tropezó con ella y le produjo las heridas. En su declaración comentó que está diagnosticado de esquizofrenia y alucinaciones paranoides y que, en su momento, se intentó suicidar porque "estaba mal". Aseguró que está "arrepentido" y mostró su deseo de "ver" a su hija, porque, según aclaró, es lo "único" que quiere.

La víctima apuntó ayer ante el tribunal que el acusado la "insultaba" y "siempre" la "amenazaba", incluso de muerte, y corroboró los hechos que apunta la Fiscalía en sus conclusiones previas, donde pide casi 10 años de prisión.