La Guardia Civil detuvo a un hombre y una mujer por la "brutal paliza" que propinaron a un vecino de Poio que permanece en estado grave y al que el empleado de un hotel salvó la vida al socorrerlo, evitando que se desangrase. La pareja fue enviada al calabozo mientras se investigan unos hechos que podrían tener un origen pasional según fuentes próximas al caso.

Las agresiones que sufrió este individuo, residente en la parroquia de San Xoan y cuya edad estaría en la veintena o treintena, fueron de notable consideración. En torno a la medianoche del martes al miércoles, la disputa que estarían manteniendo entre estas personas adquirió visos muy violentos. La víctima, que tuvo que ser trasladada de urgencia al Complexo Hospitalario de Pontevedra, presentaría heridas de arma blanca en al menos una pierna, así como diversos traumatismos como consecuencia de ser arrojado desde el balcón de una vivienda situado en un primer piso. El inmueble permanece precintado por el instituto armado.

El suceso pudo tener peores consecuencias de no ser por la intervención del personal del Hotel Rosalía de Castro. Un grupo de huéspedes alertaron del estado en el que caminaba la víctima por la avenida San Xoan. Un conserje llamó a la ambulancia y le practicó un torniquete para evitar que el hombre perdiese más sangre de la que ya había derramado.

"Si no lo mataron fue de milagro", aseguran los testigos. "Le hicimos un torniquete y tratamos de mantenerle despierto hasta que llegó la ambulancia", indicaba ayer el empleado del hotel que acudió en auxilio del herido.