El Juzgado de Penal 3 de Vigo abrió ayer juicio oral contra el jefe de taller y a su vez copropietario de una empresa de radiadores por la explosión de un compresor que en 2008 causó un accidente laboral en el que un operario perdió ambas piernas, que fueron seccionadas a la altura de la rodilla. La víctima no ha querido tocar los 90.000 euros de indemnización, ya que gastó más de 120.000 en acondicionar su casa e instalar un ascensor.