Un vecino y la encargada de un establecimiento cercano fueron unas de las primeras personas que fueron a intentar socorrer al fallecido en el tiroteo mortal de ayer en Vigo, en la Avenida Ramón Nieto. "Fui corriendo a ayudar a Ángel, le preguntaba cómo estaba, pero ya estaba muy mal, no respondía", relataba consternada la mujer. Además de la víctima, otra de las preocupaciones de esta testigo era el empleado que trabaja en el taller de autolavado. "Me faltaba el chico, no lo veía, entré con el otro vecino dentro del taller a ver si estaba y un individuo de mediana edad [el agresor] nos vino con una pistola y nos dijo que saliésemos de allí", añade, para a continuación precisar que poco después supo que el trabajador ya había podido irse de allí y no había resultado herido. "Fue a él al que el individuo le preguntó por el jefe y por el hermano del jefe; después, cuando pasó todo, le dejó marcharse, le dijo que se largase", afirma.

Ángel Rodríguez gestionaba el taller desde hacía varios años. "Era buen vecino y servicial; desde que puso este negocio estaba aquí siempre, dispuesto a echar una mano", afirmaba una mujer. "Solía coincidir con él tomando café, le llevaba el coche al taller", añadió otro vecino. Familiares del fallecido fueron al lugar del suceso.