Cientos de personas, entre allegados, amigos y vecinos de las tres niñas atropelladas ayer por un conductor ebrio arroparon a sus familias ayer en Fuensalida (Toledo), donde se han sucedido innumerables escenas de dolor. El grupo en el que iban las fallecidas estaba formado por cinco adolescentes que, según los jóvenes de la localidad, regresaban andando de una fiesta de estudiantes que se había celebrado en Torrijos. Las madres de Nerea, Michelle y Ana -que será enterrada en Portugal- creían que sus hijas estaban en casa de las otras.