El suceso ha causado una gran consternación en el pequeño lugar de Cruces porque no solo fue la tercera vez que intentaron entrar en la rectoral, sino que también hubo robos o intentos de robo en casas de varios vecinos. Es el caso del hombre que vive más cerca de la rectoral, cuya esposa sorprendió hace tres meses a un hombre intentando forzar la cerradura de la casa a las tres de la tarde. El ladrón se fue, pero el dueño de la vivienda no se quedó tranquilo e instaló una alarma.

Este vecino cuenta que el domingo pasó por delante de la casa rectoral a las 21,30 horas, pero no vio ni escuchó nada extraño. De hecho, asegura que ni siquiera se dio cuenta del gran operativo policial que se montó a medianoche junto a la iglesia de Cruces, en la que solo se oficia misa por Difuntos, ya que el resto del año la actividad parroquial se hace en el santuario de A Escravitude.

Una vez intentaron entrar en la rectoral mediante una escalera por un ventanal que da a la parte de atrás, y posteriormente, en abril de este año, un hombre puso un cuchillo en el cuello a una vecina que iba a alimentar unas ovejas que había en la finca del cura para que le abriese la casa, aunque la mujer logró escapar. Parece ser que en esa ocasión María Soto también se enfrentó al ladrón y que consiguió ahuyentarlo.

Para los vecinos de Cruces esta situación de robos más o menos continuos en el tiempo se debe a que el cuartel de la Guardia Civil de Padrón solo está abierto por las mañanas. "El día que me intentaron robar a mí vinieron de Noia y tardaron dos horas", añade el vecino que puso la alarma.

El alcalde de Padrón, Antonio Fernández Angueira (PP) opina sin embargo que lo ocurrido el domingo "es una tragedia, pero es un hecho aislado. Yo no lo achaco a la falta de vigilancia. Padrón tiene Policía Local las 24 horas y hay ayuntamientos donde no tienen ningún servicio nocturno y no pasan estas cosas". Eso sí, admite que Padrón, Rois y Dodro intentaron lograr una dotación permanente de Guardia Civil, "pero los medios son los que hay".