El jefe de la Policía Municipal de Madrid, Emilio Monteagudo, presentó ayer su dimisión tras conocer que el juez del caso Madrid Arena, Eduardo López-Palop, mantiene su imputación en la causa abierta por la muerte de cinco jóvenes en la "avalancha humana" ocurrida durante una fiesta de Halloween, el 1 de noviembre de 2012. Monteagudo es uno de los 16 imputados por el magistrado, entre los que se cuentan el máximo responsable de la empresa organizadora del evento, Miguel Ángel Flores, y varios de sus subordinados; directivos responsables de la seguridad y proyectos del Madrid Espacios y Congresos; o dos encargados de la asistencia médica del evento.

Del ya exjefe de la Policía Municipal de Madrid, el juez López-Palop concluye que su departamento ni evitó, ni palió, ni aminoró el "botellón" y mantuvo "una actitud contemplativa y muy alejada de sus obligaciones". El auto judicial considera que los 16 imputados deberían ser juzgados por cinco supuestos delitos de homicidio imprudente y diez por lesiones.

El magistrado apunta que la Policía Municipal de la capital, encargada de evitar el "botellón" en el exterior del Madrid Arena, estuvo en el lugar de la tragedia de forma "manifiestamente insuficiente, esporádica y con una pasividad totalmente inadecuada para la gravedad de los hechos". El juez argumenta que la aglomeración en el interior del recinto -se vendieron 23.000 entradas para un evento que solo tenía aforo autorizado para 10.620 personas- y el "botellón" del exterior fueron determinantes en la tragedia. La "avalancha" mortal se produjo cuando, al comienzo de la actuación del DJ Steve Aoki, la confluencia en la pista central del público con la "riada humana", de cerca de 3.000 personas, llegadas del "botellón", desató una situación "insoportable", en la que algunos jóvenes "no podían ni respirar". El auto del magistrado también recuerda que el espacio del que disponía el doctor encargado de la asistencia médica era apenas "un habitáculo no concebido para enfermería, sin ventilación alguna, escasa e insuficiente iluminación y sin agua corriente".

Monteagudo se convierte así en el quinto alto cargo del Ayuntamiento que dirige Ana Botella en abandonar su responsabilidad por el suceso que costó la vida a cinco jóvenes. La "crisis" desencadenada en el Consistorio de la capital ha motivado ya el cese del vicealcalde Miguel Ángel Villanueva y los altos cargos municipales Pedro Calvo, Fátima Núñez y Antonio de Guindos. El primero en abandonar su cargo fue Calvo -entonces máximo responsable de Madrid Espacios y Congresos, la entidad pública que alquiló el pabellón a la empresa Diviertt para la celebración de la fiesta en la que se produjo el fatal desenlace-; el segundo, que llegó pocos meses después, fue el vicealcalde Villanueva. La dimisión del "número dos" de Ana Botella se produjo después de que la oposición municipal la solicitara de forma reiterada porque, según alegaron, el vicealcalde habría mantenido una relación personal con el empresario Miguel Ángel Flores, lo que habría dado lugar a un supuesto trato de favor del Ayuntamiento madrileño hacia el promotor de la fiesta de Halloween. Villanueva negó ese extremo.

Entretanto, pocos días después de la tragedia, la alcaldesa destituyó al consejo delegado y al gerente de Madrid Espacios y Congresos, José Ángel Rivero y Jorge Rodrigo, respectivamente, argumentando que no informaron del contrato de exclusividad con Diviertt para la organización de eventos en el Madrid Arena. A ambos le siguió María Cabeza Quirós, directora de Operaciones de esta empresa municipal, que gestiona el pabellón Madrid Arena entre otros recintos de la capital y que fue relevada de sus funciones. El 4 de febrero dimitía el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Antonio de Guindos, que habría anunciado que cesaría de su cargo si se lo pedía la alcaldesa o si era imputado por el juez que instruye el caso, como así ocurrió.

La concejala delegada de Seguridad y Emergencias también abandonó su cargo en el Consistorio madrileño al ser imputada por el magistrado que instruye el caso, Eduardo López-Palop. Poco después de conocerse la dimisión de Monteagudo, sindicatos y asociaciones policiales de Madrid valoraron la decisión ya que -apuntaron-, una vez imputado por el juez "no le queda otra" opción. Así lo señalaron los responsables de los sindicatos Colectivos Profesionales de Policía Municipal (CPPM), el mayoritario en el cuerpo; Unión de Policía Municipal (UPM) y la Asociación de Policía Municipal Unificada (APMU), justo después de conocerse la decisión del ya ex jefe de la comisaría local de la capital del Estado. "La dimisión es una consecuencia lógica desde el punto de vista personal y profesional", apuntaban desde UPM. Ayer trascendió también que Miguel Ángel Flores, principal imputado en el caso, no recurrirá el auto de López-Palop.