Ocho años después de que las primeras intervenciones telefónicas dieran origen a la investigación y tras una compleja instrucción judicial y una vista oral que se prolongó ocho jornadas, el caso contra la red de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico supuestamente liderada por Juan Carlos González Martín, Culebra, quedó visto para sentencia. La sesión de ayer, la última, fue la de los informes finales, la del pulso dialéctico entre el fiscal, de un lado, y los diez abogados de los 13 acusados en este proceso, del otro. Y la Fiscalía, que mantiene su petición de más de 60 años de cárcel para los imputados, concluyó que hay indicios suficientes de que Culebra blanqueó "más de 20 millones de euros" usando "más de una decena de testaferros" y creando un entramado de "decenas" de operaciones mercantiles. Y ahondó en que su ingente patrimonio no tiene su origen en negocios lícitos, sino, a su juicio, en el tráfico de drogas. Frente a esta posición está la de las defensas, que estiman que el Ministerio Público no aportó prueba alguna del "punto nuclear" de su acusación, que la fortuna de este septuagenario vigués procede del narcotráfico. "Es una familia de millonarios; y podemos decir que no eran buenos contribuyentes, que eran defraudadores tributarios, pero el dinero no es ilícito en origen, no procede del tráfico de drogas", resumió un abogado. Sólo un letrado se desmarcó de la línea general de las defensas de pedir la libre absolución de sus clientes: el del constructor Carlos Rocha, el único acusado que se declaró culpable de un delito de blanqueo "imprudente".

En una exposición de una hora, Luis María Uriarte, fiscal antidroga de la provincia de Pontevedra, mantuvo ante el tribunal en la Audiencia viguesa que se cumplen los requisitos del delito de blanqueo de capitales derivados del tráfico de drogas del artículo 301 del Código Penal. Entre ellos la desproporción entre los ingresos y el patrimonio que atesoraba la familia González Martín o la "inexistencia" de negocios lícitos que justificasen una fortuna que va desde los 5,8 millones ingresados en un banco de Portugal, hasta dinero en efectivo, pisos, locales comerciales, terrenos, joyas, pinturas, suntuosos regalos, vehículos de alta gama, motos, barcos como el Netiños o la inyección de 8,7 millones que según la acusación Culebra realizó en sociedades del promotor Rocha.

La Fiscalía ahondó en que la principal prueba de la defensa -el informe pericial del economista Carlos Mantilla que sostiene que el patrimonio de los González Martín se justifica con ingresos y negocios lícitos- "se cae por su propio peso". Y tachó de "falso" que Culebra ganase 15 millones de euros en bingos portugueses entre 1989 y 1997, porque no tributó ni un solo euro en la Hacienda lusa y porque no hay rastro de que cambiase los escudos por euros. Y es que para el Ministerio Público, la sentencia de 1997 que condenó al presunto líder de esta red por tráfico de hachís es un "poderoso" indicio de que el dinero procede del narcotráfico. "Si es verdad que había ganado 15 millones de euros en Portugal, ¿por qué se pone a vender 800 kilos hachís?", se preguntó Uriarte, que concluye que Culebra, del que dijo que no tenía "ni una oficina", se dedicó a traficar con droga "antes" y "después" de esa sentencia, la única que tiene por narcotráfico.