Los abogados de Culebra y su familia no negaron el gran patrimonio de sus clientes. Pero defendieron que González Martín hizo esa fortuna porque trabajó desde los "12 años" y tuvo negocios lícitos relacionados con la pesca, la construcción o los bingos lusos. Y es que el principal punto en que basaron sus informes es en que, a su juicio, el fiscal no aportó ninguna prueba de que el dinero y los bienes procedan del narcotráfico:"Sólo hay una condena de 1997 que además fue un delito frustrado, Juan Carlos no obtuvo dinero con ese hachís; un único antecedente penal de carácter aislado es insuficiente para ser un indicio; hay una palmaria falta de prueba".

"Son una familia de millonarios, y no eran buenos contribuyentes, se puede decir que eran defraudadores; pero aquí no se les acusa de delito fiscal, sino de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico; y no se trajo ni una prueba de eso", ahondó la defensa. O en palabras del abogado de Culebra: "Aquí se hablo mucho de dinero y nada de drogas". Los letrados señalaron que en este caso hubo una "caza de brujas" donde se "estigmatizaba" a todo el que tenía contacto con González Martín.

El único imputado que se declaró culpable de blanqueo "imprudente" fue el promotor Rocha, que según su versión recibió 2,1 millones de euros como préstamo de Culebra, aunque ignorando el posible "origen ilícito" del dinero. El resto de acusados de ser testaferros se declararon inocentes.