"Un patrimonio millonario y desproporcionado con los ingresos declarados por la familia". Así resumió la situación el inspector del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) que dirigió la investigación contra la mayor trama de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico de Vigo atribuida a Juan Carlos González Martín, "Culebra". La tercera sesión del juicio que se celebra en la Sección Quinta de la Audiencia se centró en desgranar los entramados societarios del millonario patrimonio del supuesto cabecilla de la red, que comparte banquillo con su mujer, tres de sus hijos, varias primas y sobrinas y supuestos testaferros.

El gerente de la entidad bancaria de Portugal, en la que González Martín ingresó 5,8 millones de euros en cuentas para su mujer y sus hijos, expuso que la inversión la gestó un economista de Vigo que le envía clientes españoles. Negó blanqueo de capitales porque se trataba de un depósito a 8 años "que ofrecíamos a todos los clientes". Sí admitió un gran revuelo cuando "Culebra" llegó con el dinero en efectivo. Precisamente este ingreso de dinero destapó la denominada Operación Malpolón que ahora sienta a la familia en el banquillo.

El funcionario del SVA destacó que el balance documental de las empresas Dogón SL-dedicada a inversiones inmobiliarias y en la que figuran la mujer y los hijos del principal encausado- y Fresven SL, en la que sí está González Martín y que adquirió un pesquero, los ingresos no casan con la inversión. Tampoco existe, en su opinión, correlación directa entra la compra de inmuebles y coches con la retirada de fondos de la veintena de cuentas bancarias a nombre de "Culebra", su mujer y sus hijos.

En menos de diez años, expuso, la familia adquirió 10 inmuebles por valor de un millón de euros, de los que cinco fueron vendidos por 600.000 euros y se cancelaron hipotecas por 300.000, lo que arroja un desfase de 200.000 euros. "González Martín ingresó por su trabajo personal 127.000 euros entre 1991 y 2006", aseveró, algo que en considera "desproporcionado" ante su gran patrimonio. A preguntas de las defensas, el inspector del SVA admitió que no se revisó el posible rendimiento de éstas, como alquileres o ingresos por la actividad del pesquero.

En el caso del supuesto pago, por parte del "Culebras", de 100 millones de pesetas para saldar la deuda del propietario del pesquero que compró, el funcionario se remitió a la confesión del vendedor, pero incidió en que no hay documento que lo corrobore. Como tampoco los hay en el supuesto uso, como testaferros, de su prima y dos sobrinas que alquilaron sendas cajas fuertes en las que fueron halladas diversas cantidades de dinero en billetes y compraron los pisos en los que residen. Algo similar a lo ocurrido con su amante, que el día anterior declaró que se compró un piso con lo que ganó como cuidadora de niños.

Lo que sí encontraron los investigadores en el registro al despacho del constructor Carlos Rocha, fueron las supuestas inversiones de "Culebra", que el promotor cifró en 9 millones de euros en apenas 6 mes. Pero tampoco firmaron recibía alguno. El juicio contra los 13 imputados, que se enfrentan a penas que suman 60 años de cárcel, seguirá el lunes.