Hermelino Alonso Eiras, que es uno de los responsables del Servicio de Vigilancia Aduanera en Galicia, testificó ayer en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra Marcial Dorado por presunto blanqueo de dinero. Hermelino Alonso solo contestó a las preguntas de la fiscal (en la vista de hoy lo hará a las de los abogados de la defensa) y en sus declaraciones dejó caer que los Dorado podrían haber falsificado los recibos bancarios según los cuales cobraron su premio de la Lotería de Navidad de 1998 al día siguiente del sorteo y no nueve días después, como apuntó Aduanas en su informe y como se recoge en el escrito de acusación de la fiscal.

El Servicio de Vigilancia Aduanera y el Ministerio Público acusan a Marcial Dorado y a su familia de blanquear dinero procedente del narcotráfico mediante la compra de recibos de la lotería premiados. En este sentido, sostienen que en 1998 se hicieron pasar por ganadores de casi 400.000 euros, y que cobraron dicha cantidad nueve días después del sorteo.

Sin embargo, en los primeros días del juicio la defensa del contrabandista histórico arousano mostró documentación según la cual Dorado y sus parientes ingresaron el dinero al día siguiente del sorteo, un margen de tiempo muy escaso para localizar a los dueños de los billetes premiados, negociar la compra de los mismos e ingresar el dinero.

Además, el abogado de Dorado, Manuel Tuero apuntó que su patrocinado llevaba varios años comprando Lotería de Navidad en el bar donde precisamente cayó el Gordo en 1998.

Pero Hermelino Alonso apuntó ayer a la posibilidad de que los documentos bancarios presentados por la defensa fuesen falsificados. Una tesis que los abogados intentarán desmontar durante la jornada de esta mañana.

Alonso habló también de las embarcaciones que se construyeron en los astilleros de Dorado, pero solo vinculó con el narcotráfico la "Nautillus", por cuya venta a un grupo arousano está precisamente condenado ahora el isleño.

En la vista de ayer declararon también dos policías judiciales portugueses. Lo hicieron por videoconferencia, y se trata de dos de los testigos que estaba previsto que hablasen el jueves pasado, pero que al final no lo hicieron porque las autoridades judiciales no lograron localizarles a tiempo para poder tomarles declaración por videoconferencia. Los agentes lusos intervinieron antes que Hermelino Alonso Eiras.

En su caso respondieron tanto a las preguntas de Fiscalía como de las defensas, y desde el despacho de Tuero afirmaron a media tarde de ayer que ambos situaron en 1990 la compra de la Quinta do Feital, que es la finca que Marcial Dorado adquirió para la puesta en marcha de una explotación vitivinícola. Según el abogado del arousano este dato es de suma importancia, ya que el Código Penal que estaba vigente en ese momento era el de 1973, en el que no estaba tipificado el delito de blanqueo, y no el de 1995, como pretende la fiscal.