Las pruebas de ADN han confirmado que el cadáver que apareció flotando en la ría de Vigo frente a las costas de Moaña el 19 de febrero es el del vigués Delfín Casas, cuya desaparición había sido denunciada por su familia el 4 de febrero. Aunque todo apuntaba que era este hombre, el Juzgado de Instrucción 1 de Cangas no autorizó su sepelio a la familia mientras no se confirmase al cien por cien su identidad, ya que se dio la casualidad de que había otro desaparecido denunciado, con las mismas características de una operación, algo que no es habitual. El hombre había sido enterrado de forma provisional en un nicho municipal de Moaña.