La defensa del tercer imputado por el crimen de Asunta Basterra, cuyo perfil genético coincide con el ADN del semen encontrado en la ropa de la niña, ha remitido al Juzgado de Instrucción 2 de Santiago un escrito para pedir el sobreseimiento de la causa contra éste por su "desconexión absoluta" con el crimen.

Su abogado Alberto Martín García remitió ayer al juez Taín "unos 15 folios" en los que expone la "desconexión absoluta" de su cliente con el crimen, por el que permanecen en prisión provisional imputados por delito de asesinato los padres de la niña, Alfonso Basterra y Rosario Porto.

El letrado señala que, entre otros argumentos, alega en la petición de que se retire la imputación a su cliente que el análisis del teléfono "lo ubica fuera de Galicia" el día del crimen y las cuentas corrientes demuestran que "no hay cuestión económica". Tampoco tiene carné ni coche propio. A ello, añade el testimonio sobre la recogida del traje de su boda en un centro comercial en Madrid el día del asesinato y los testigos que lo sitúan en una cena en un restaurante madrileño la noche de la muerte de Asunta.

Al respecto, el abogado del tercer imputado hace hincapié en el escrito en dos aspectos sobre esa cena. Por una parte, apunta los testimonios de la hermana, la pareja, una amiga y el dueño del restaurante en el que asegura haber cenado ese día de septiembre del año pasado. Sobre la cena argumenta también que las fotos entregadas sobre la misma -había imágenes en Facebook- y el informe de los peritos informáticos demuestran, según recalca, que su cliente se encontraba en Madrid y "no consta que existe ninguna manipulación".

Asimismo, esgrime en el escrito que el informe de criminalística de la Guardia Civil sobre su cliente "resulta un verso suelto" dentro del procedimiento. Así, recuerda que en su declaración, el profesional que analizó la muestra de semen que había de su cliente en el laboratorio de Madrid por otra causa al que se remitió la camiseta de Asunta admitió que "cortó los trocitos con el mismo instrumental y los guardó en el mismo frigorífico".

También incide el jurista en que "no hubo grabaciones" de esos trabajos de análisis llevados a cabo en el Instituto Armado en Madrid. "No sabemos si todo se hizo bien porque no hay pruebas objetivas de ello" ni de lo contrario, señaló el abogado, y añadió que a eso se une "el hecho de que reconocen que contemplaron la hipótesis de la contaminación".

La defensa del tercer imputado pide por ello el sobreseimiento y espera que Fiscalía y acusación particular le apoyen.