El avión de la compañía Malaysia Airlines desaparecido el pasado día 8 se estrelló en el sur del océano Índico y sus 239 ocupantes murieron, informó ayer el primer ministro de Malasia, Najib Razak. "A partir de nuevos análisis, de satélites Inmarsat y AAIB (UK Air Accidents Investigación Branch) han concluido que (el vuelo) MH370 voló por el corredor sur y que su última posición fue en mitad del océano Índico, al oeste de Perth", dijo el gobernante. "Se trata de un lugar remoto, lejos de tierra. Es por esto que, con gran pesar y dolor, debo informar de que, según los nuevos datos, el vuelo MH370 acabó en el sur del océano Índico", añadió.

"Malaysia Airlines ha hablado con los familiares de los pasajeros y la tripulación para informales (...) Para ellos, las últimas semanas han sido desgarradoras y sé que esta noticia lo será aún más", agregó el primer ministro malasio, que prometió ofrecer más detalles mañana.

Antes del anuncio, Malaysia Airlines envió a los familiares de las personas que viajaban a bordo del Boeing 777-200 un mensaje de texto en el que informaba de lo ocurrido y lamentaba comunicarles que "ninguno ha sobrevivido". Los familiares de los pasajeros vivieron momentos de dolor y tensión y los ciudadanos chinos advirtieron que "no nos creemos nada".

China ha solicitado información. Los ocupantes del avión eran 153 chinos, 50 malasios (12 conformaban la tripulación), siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes que embarcaron con pasaportes robados a un italiano y un austríaco.

Las autoridades malasias no han ofrecido una explicación de lo ocurrido con el avión y habrá que esperar a recuperar las cajas negras del aparato. Aviones de Australia y de China que participaban en la búsqueda apuntaban ayer haber encontrado restos del avión desaparecido en el Índico, cerca de Australia y por tanto muy lejos de la ruta que debía seguir.

El vuelo MH370 despegó de Kuala Lumpur rumbo a Pekín en la madrugada del 8 de marzo y desapareció de los radares civiles de Malasia unos 40 minutos después. Equipos de 26 naciones han buscado desde entonces restos del avión, primero en el Mar de China Meridional y luego en el Índico. Su extraña desaparición llevó a pensar en un secuestro o un atentado terrorista.