El misterio se agranda en torno a la desaparición de un vecino de A Guarda. Su pista se pierde los últimos días del pasado mes de enero y su ausencia fue denunciada el pasado 3 de febrero en el puesto de la Benemérita. Buzos de la Guardia Civil recuperaron ayer por la tarde el coche Ford Fiesta del hombre desaparecido, de 65 años de edad, que se encontraba hundido en el Puerto de A Guarda aunque sin rastro alguno de su propietario en el interior. En los próximos días se rastreará la zona para comprobar si, a consecuencia del fuerte impacto que sufrió el vehículo, el cuerpo salió despedido. De no ser así, se abren numerosas incógnitas sobre lo que ha podido sucederle al hombre desaparecido.

Las mareas vivas de estos días dejaron al descubierto el viernes por la tarde, coincidiendo con la bajamar, la parte superior de un vehículo en plena dársena de A Guarda. Un particular alertó a los servicios de emergencia. Inicialmente se pensó que podía tratarse de chatarra arrastrada por el mar. Dado que se echaba la noche encima y el mal estado de la mar, se dejó para ayer la tarea de señalización para evitar accidentes.

A primeras horas de la mañana de ayer, cuando los efectivos del grupo de Emergencias de A Guarda (GES), se acercaron para acordonar la zona se encontraron con que se trataba de un vehículo Ford Fiesta de color azul, igual al del hombre desaparecido. Ante la posibilidad de que en su interior pudiera encontrarse el cuerpo de su propietario, efectivos del Grupo de Especialistas Subacuáticos de la Guardia Civil se desplazaron al lugar y se sumergieron. Con ayuda de un motor y un cable facilitado por la Cofradía de Pescadores lograron retirar el vehículo del agua, una compleja operación que duró varias horas. Efectivos del GES, con sierras mecánicas abrieron el coche en cuyo interior no había nadie.

Los cristales estaban rotos, el techo -abollado- chocaba con los asientos y tampoco había documentación alguna del vehículo. Grandes cantidades de arena, con pescados vivos en su interior, cubrían el habitáculo. El mar se había llevado también las placas de matrícula y el coche fue reconocido por el número de bastidor. El hombre desparecido es vecino de Eiras (O Rosal), si bien residía en un piso en A Guarda con una mujer que fue quien denunció su desaparición. La Guardia Civil investiga ahora cómo y desde que punto de la costa se precipitó el coche al mar y si fue arrastrado por las corrientes al punto donde apareció.